De ser el equipo de Guadalajara el primer finalista de la edición 51, que se conocerá el 3 de agosto, habrá igualado, al menos, el desempeño del mejor equipo mexicano en el torneo hasta ahora, el Cruz Azul, que hace nueve años perdió la final de la Libertadores con el Boca Juniors y debió conformarse con el segundo puesto.
Pero José Luis Real y sus pupilos quieren más. El título de la Libertadores en poder de un equipo mexicano no tiene antecedentes.
Si el clasificado es la Universidad de Chile al cabo de los partidos del 27 de julio y el 3 de agosto, habrá superado sus límites, pues en 1996 llegó a semifinales y el sueño lo acabó el River Plate argentino, y en 1970 claudicó ante el Peñarol uruguayo.
El posible paso de la ‘U’ a la final lo dejará cerca de dar a Chile el segundo título, pues en 1991 Colo Colo dio la primera alegría.
Terminar como segundo en el más antiguo torneo de clubes equivale a igualar las campañas de otros rivales chilenos: Universidad Católica en 1993, Cobreloa en 1981 y 1982, Unión Española en 1975 y el mismo Colo Colo en 1973.
Las dos semifinales, en las que todo puede pasar y las cuatro formaciones involucradas tienen idénticos porcentajes de éxito o riesgo, otro hecho es seguro, además de que habrá un finalista inédito: el último partido se jugará el 18 de agosto en territorio brasileño, como ya ocurrió en seis ediciones.
En 2005 y 2006 el título se definió en Sao Paulo, en 2007 en Porto Alegre, en 2008 en Río de Janeiro y en 2009 en Belo Horizonte.
En 2010 el finalista brasileño se conocerá el 4 de agosto en Sao Paulo, cuyo equipo tricolor visitará al ‘Colorado’ este 28 de julio en Porto Alegre.
Por el diseño de la programación de los partidos será Porto Alegre o Sao Paulo el destino a donde irá el finalista inédito: Chivas de Guadalajara o la Universidad de Chile. Esto porque fueron los equipos brasileños los que mejor campaña tuvieron en las fases previas.
Así las cosas, el primer partido de la final se jugará previsiblemente el 11 de agosto en el estadio Azteca, de la capital mexicana; o en el Nacional, de Santiago.
La decisión del máximo goleador del certamen parece ya escriturada al brasileño Thiago Ribeiro, un jugador que ya se despidió del torneo con su equipo, el Cruzeiro, para el que marcó ocho.
Estacionados también quedaron, aunque con siete anotaciones, Kléber, que pasó del Cruzeiro al Palmeiras, y José Carlos Fernández, del Alianza Lima.
El único jugador que podría amenazar el virtual título de Thiago Ribeiro es su compatriota Washington, del Sao Paulo, que ha marcado cinco goles, aunque la dificultad para el espigado delantero radica en que ha perdido el puesto de titular con Fernandao.