Daniel 
El Once Caldas derrotó 3-2 a Nacional y con 10 puntos, cuatro más que Quindío, que a esta hora visita a Cúcuta, dependerá de sí mismo para en las dos fechas restantes quedarse con el tiquete del cuadrangular semifinal B. Goles de Félix Micolta (18′ y 50′) y Dayro Moreno (40′) ilusionan a los albos.
Fue una fiesta alba en el Palogrande, Once Caldas jugó un brillante primer tiempo liderado por Félix Micolta, John Valencia y el goleador Dayro Moreno para acabar con las ilusiones de un Nacional desordenado en defensa que apenas reaccionó en los 25 minutos finales del encuentro.
Y es que en Manizales se enfrentaron dos esquemas muy diferentes. Por un lado un equipo vertical que pasa rápidamente de defensa a ataque y en el otro, un onceno lento en el traslado del balón y carente de sorpresa.
Bajo esos dos conceptos, el encuentro arrancó con el control de los locales basados en la potencia que imprime en la mitad del terreno John Valencia y la velocidad por zona derecha de su ataque de Micolta, quien se dio un festín con Marlon Piedrahita.
Once Caldas en cada ataque generaba peligro frente a una zona defensiva confusa tanto en lo individual como colectivo. A los 13 minutos, Fernando Uribe anunció con una cabezazo que pasó cerca tras el centro de Luis Núñez, luego Dayro Moreno recibió un pelotazo frontal de Valencia, pero no supo definir ante la salida desesperada del argentino Gastón Pezzuti.
Nacional apenas respondía con alguna individual de Pabón y un disparo sin dirección de Piedrahita.
El premio al mejor juego llegó en el minuto 18. Neco Martínez realizó un magistral saque de portería, Uribe habilitó de cabeza a Castrillón que con un milimétrico pase dejó mano a mano a Micolta con Pezzuti, el polifacético jugador no perdonó y con un sutil toque puso el 1-0 a favor del Once Caldas.
El gol acabó con la resistencia verdolaga y transformó el encuentro en un monólogo. A los 22 minutos John Valencia tomó un rebote desde fuera del área y rebeldemente el esférico se estrelló en el travesaño.
La gente en las tribunas se preparaba para gritar el segundo y los albos no defraudaron. A los 40, surgió un contragolpe a pura velocidad que combinó perfectamente la precisión con el cambio de frente. Micolta ganó la línea en la derecha, metió un centro magistral y por el otro palo apareció cual fantasma el goleador Dayro Moreno para con golpe de cabeza vencer la resistencia de un sacrificado Pezzuti. Era el 2-0 que reflejaba la superioridad de un equipo sobre otro.
Para el complemento, Nacional modificó su actitud, adelantó líneas enviando a Víctor Ibarbo por Marcos Mondaini y con ello ganó en presencia ofensiva.
Ibarbo a los 20 segundos se combinó con Víctor Giraldo y el lateral con un disparo fuerte reventó el balón en el palo derecho defendido por Neco Martínez.
Lo anterior convirtió el compromiso en un partido abierto, sin recuperación en la mitad del terreno y con varias aproximaciones en las áreas.
El tercer gol de la tarde cayó en el minuto 51 cuando de nuevo Once Caldas aprovechó el mal retroceso verdolaga, Uribe asistió a Micolta que venció por segunda vez a Pezzuti y puso a delirar a los cerca de 25 mil espectadores que asistieron al máximo escenario deportivo de Manizales.
Con la goleada Once Caldas bajó el ritmo, el técnico Juan Carlos Osorio realizó modificaciones para cuidar jugadores y al final terminó con algo de sufrimiento.
Dejaron el campo Micolta, desgastado por su gran aporte en lo físico y John Valencia con una pequeña molestia. Ingresaron Diego Arango (por Valencia) y Jefferson Cuero que no tuvieron la misma conexión que sus compañeros.
Nacional luchó por su orgullo y fue al frente con sus mejores armas, eso si exponiéndose en cada contragolpe.
A los 62, el árbitro Imer Machado señaló una pena máxima discutida de Henríquez sobre Giraldo. Un minuto después Humberto Mendoza ejecutó correctamente y logró el descuento paisa.
Once Caldas siguió dormido a pesar del gol en contra y Nacional con más ganas que ideas no paró de carburar el arco defendido por Martínez.
El esfuerzo verdolaga se vio compensado a los 77 minutos cuando Diego Amaya no se habló con su portero y terminaron dejando un balón sin dueño que fue aprovechado por el argentino Ezequiel Maggiolo para el 3-2.
La angustia se apoderó de los minutos finales porque Once Caldas no se defendió con la pelota en los pies y erró dos contragolpes claros. Nacional lo intentó, pero el tiempo terminó por condenarlo.
Victoria justa de los albos que se mantienen en lo más alto de la tabla por el grupo B con 10 puntos quedando a un paso de la gran final. Por su parte, Nacional se retiró con más pena que gloria, eliminado de los cuadrangulares y sin opción de pelear por Reclasificación algún torneo internacional.
El próximo miércoles Once Caldas recibirá en Palogrande al Quindío con la gran opción de decir finalista.