Cerca de 20.000 fanáticos recibieron en la sede deportiva de Flamengo al astro brasileño, que fue presentado como nuevo jugador del equipo más popular de Brasil. ‘Dinho’ usará la camiseta número 10, inmortalizada en el pasado por Zico.
«Gracias por el cariño. Quiero decir que espero retribuir todo lo que estoy recibiendo, que estoy con todos ustedes y que ahora soy ‘mengo’, declaró Ronaldinho, quien regresa a su país desde el Milán italiano y tras diez años en el fútbol europeo.
El jugador fue presentado en un escenario montado en la sede del club, en el barrio carioca de Gavea, ante el que una multitud que fue calculada en 20.000 personas se desbordó en entusiasmo ante el que fue considerado el «fichaje más caro del fútbol brasileño», pese a que se desconocen las cifras de su contrato.
La presidenta del Flamengo, Patricia Amorim, no pudo contener la emoción y con algunas lágrimas en los ojos dijo simplemente que no tenía «nada que decir», pues «la fiesta» era para Ronaldinho.
El jugador, también emocionado, poco dijo y tras unas muy breves palabras dejó todo en manos de grupos de cantantes populares que el Flamengo contrató especialmente para celebrar la llegada del también ex jugador del París Saint Germain francés y del Barcelona español.
El Flamengo acabó imponiéndose en lo que la prensa local consideró una «subasta» por Ronaldinho, en la que también pujaron con fuerza el Gremio, donde el jugador comenzó su carrera, y el Palmeiras, que dirige el ex seleccionador Luiz Felipe Scolari.
Tras varios días de negociaciones, Ronaldinho anunció la semana pasada su desvinculación del Milán, pero su fichaje por el Flamengo solo se resolvió este lunes, cuando casi de madrugada el club y el jugador confirmaron que habían llegado a un acuerdo y firmaron el respectivo contrato en un restaurante.
Durante la presentación oficial de Ronaldinho, muchos de los hinchas ya lucían la camisa del club con el número 10 en el dorsal y su nombre grabado en blanco sobre las franjas horizontales rojas y negras que distinguen al club.
Esa camisa fue inmortalizada por Zico, el mayor ídolo de toda la historia del Flamengo, a quien Ronaldinho ha dicho ahora que aspira a emular en títulos, en juego y en el respeto y devoción que su figura inspira en los casi 40 millones de hinchas que dice tener el club carioca.
