El talentoso delantero Sueco que milita en el Milan, y que ha pasado por el Ajax, la Juventus, el Inter y el Barcelona, se considera el mejor jugador de fútbol del mundo. Ibrahimovic a pesar de nunca haber ganado ni el Balón de Oro, ni el FIFA World Player, cree que mejor jugador que el no hay sobre la faz de la tierra.
En una entrevista que publica el diario deportivo italiano «La Gazzetta dello Sport», el ex barcelonista, quien en octubre cumplirá 30 años, confesó además su pretensión de que el Milán, su actual equipo, sea el último de su carrera, pues no quiere terminar «escupiendo sangre» sobre los terrenos de juego.
«Yo me siento el número uno. Si piensas que eres el segundo es el final. Si no has visto nunca el Balón de Oro y el FIFA World Player no significa que no puedas ser el número uno», afirmó Ibrahimovic.
«Yo creo que José Mourinho es como yo. Quiere probar siempre nuevos estímulos y ganar. Para ser siempre el número uno», agregó.
El delantero sueco aseguró que aún no ha pensado si intentará ser entrenador en un futuro y que prefiere haber cambiado de equipo varias ocasiones a haberse convertido en la insignia de un único club, como el capitán del Juventus, el italiano Alessandro del Piero.
«Es mejor cambiar que seguir en un mismo equipo demasiado tiempo, porque cambiando se aprende y un gran jugador debe demostrar que es determinante en más clubes. Para rendir al máximo hacen falta motivaciones. En tu propia casa siempre es fácil parecer fuerte», indicó Ibrahimovic.
«De todos modos, el Milán será mi último equipo. Después de los 33 años, creo que lo dejaré. No quiero terminar escupiendo sangre», dijo.
En la entrevista, el ex barcelonista explicó además el motivo de las reprimendas que suele echarle a uno de sus compañeros de equipo, el brasileño Pato, siempre con la intención de estimularle.
«Yo me enfado con todos, pero sobre todo con los que creo que pueden dar aún más. Quiero estimularlos, del mismo modo que hay que hacerlo conmigo. ¿Crees que no tengo nadie que me regañe? En el Juventus, en el Inter, en el Milán, en el Barcelona menos, siempre he encontrado personas que me dicen cuándo no lo estoy haciendo bien, porque aquí no estamos en la guardería», apuntó.
