El fútbol español está casi en quiebra. La deuda estimada de los clubes ronda los 4.000 millones de euros y más de 300 jugadores han denunciado impagos en Primera y Segunda. La situación afecta no sólo al fútbol, donde 21 clubes se han acogido a la Ley Concursal, sino que salpica al resto del deporte español.
La situación es tan delicada que la huelga de futbolistas en una amenaza real. Lo que parece seguro es que varios equipos de Segunda B bajarán de categoría al no poder asumir sus deudas y que si no hay convenio, los futbolistas en Ley Concursal pueden perder la mitad de sus salarios.
El problema es que la crisis no sólo ha golpeado al mundo del fútbol. En baloncesto, Estudiantes, Joventut, Menorca, Valladolid y Granada están en suspensión de pagos, y Alicante al borde de la desaparición. En ciclismo, cada vez hay menos pruebas en el calendario profesional, en balonmano la crisis afecta hasta al Ciudad Real y en voleibol sólo hay cinco equipos inscritos.
Tomado de: Marca.com