El histórico presente del conjunto de la banda cruzada, nos lleva a recordar que años atrás en las memorias de un River Plate rico en figuras y triunfos, no tuvo lugar para un jugador recordado por muchos llamado Alfredo Di Stéfano y que sus dirigentes decidieron cederlo a otro equipo, por que no había donde poner a este jugador. Muñoz dijo años más tarde que Di Stéfano «fue un jugador brillante, y ya lo era cuando jugaba en el equipo de reserva».
Aquel pibe rubio, veloz de la cabeza a los pies, pícaro, con ojos en la nuca y pinta de gladiador al que llamaban ‘el alemán’, deslumbraba en los equipos juveniles riverplatenses y fue promocionado a la Primera División en 1945, cuando tenía 19 años, en momentos en que brillaban artistas del fútbol como Adolfo Pedernera, Juan Carlos Muñoz, Angel Labruna y Féliz Loustau.
Las figuras estelares lo tapaban y entonces disputó con el primer equipo solamente un partido, en el que sustituyó al extremo Muñoz, y lo cedieron a Huracán, con el que marcó once goles y del que regresó un año después porque en su tesorería no había recursos para comprar su ficha.
Pero Muñoz también comentó que River «no lo distraía un ‘crack’ más o un ‘crack’ menos» y aseguró que «si Huracán hubiera tenido dinero para ficharlo definitivamente, la historia sería distinta. Había abundancia de jugadores, se ganaban títulos, eran tiempos de gloria». Di Stéfano volvió a jugar en River entre 1947 y 1949, disputó 66 partidos y marcó 50 goles. Después se fue a Colombia, donde jugó para Millonarios y más tarde a España y se convirtió en uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos.
Historias como ésta, entre muchas otras, recuerdan hoy antiguos socios e hinchas riverplatenses, todavía incrédulos frente a la dramática situación actual del club de sus amores.
Fuente: Golgolgol.net
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