Colombia será el anfitrión de la edición XVIII del Mundial de fútbol Sub-20, que contará con la participación de ocho ciudades que le darán a conocer a el mundo, la gran biodiversidad de este el país cafetero del mundo. Serán 52 encuentros que se vivirán con la cultura de un país lleno de ilusiones y un país muy amable con sus visitantes, que pondrá su mejor cara para demostrarle al mundo que es un gran anfitrión y que esta preparado, para acoger cualquier evento en similitud a nivel mundial de selecciones.
Desde los 2.640 metros de altitud de Bogotá a las tierras cafeteras cuyos paisajes son ahora Patrimonio Cultural de la Humanidad; desde la Medellín que eternizó la primavera hasta Cali, ‘la capital mundial de la salsa’, y de allí al Caribe alegre y musical, 24 selecciones comenzarán su lucha por el título mundial juvenil.
En Barranquilla, distante 948 kilómetros al norte de Bogotá, jugadores de las selecciones de Brasil y Panamá encontrarán temperaturas altas y manifestaciones folclóricas similares a las de su terruño para encarar como en casa los desafíos del Grupo E, que completan Austria y Egipto. Conocida como ‘la Puerta de Oro de Colombia’, por ser puerto de entrada del comercio y visitantes extranjeros, Barranquilla tiene uno de los eventos más importantes: el carnaval, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el 2001 y Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2003.
En su área turística se erigen 74 hoteles con 3.750 habitaciones de una a cinco estrellas. En total, son más de 6.700 camas para los visitantes con tarifas diarias que oscilan de 20 a 170 dólares. Los hoteles de cuatro y cinco estrellas han reservado a extranjeros y visitantes el 80 por ciento de su capacidad para el partido inaugural, el 29 de julio entre Brasil y Egipto, informó Mario Muvdi, presidente de la junta directiva de la Asociación Hotelera de Colombia (Cotelco) en esa región Caribe.
A una hora y media de viaje de Barranquilla está Cartagena, ‘el Corralito de Piedra’, en alusión a las murallas erigidas para su defensa y cuya construcción comenzó a finales del siglo XVI después de un devastador ataque del corsario inglés Francis Drake. Es la primera ciudad turística de Colombia, la cuarta de carácter industrial, el principal puerto de cruceros y contenedores, y la quinta ciudad en importancia del país, después de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y, aunque el béisbol y el boxeo son los deportes de mayor tradición, la selección de fútbol ya se benefició de los goles del fallecido Jaime Morón, que da su nombre al estadio.
Armenia, Manizales y Pereira componen el llamado ‘Triángulo Cafetero’, serán sedes de 17 de los 52 partidos del Mundial y en los últimos seis años se han consolidado como destinos del ‘turismo naturaleza’, que muestra a sus visitantes la cultura alrededor de la cosecha y procesamiento del grano hasta su consumo o exportación.
Unos 290 kilómetros al oeste de Bogotá, a 1.551 metros sobre el nivel del mar está Armenia, ciudad de 290.000 habitantes que espera a unos 2.000 turistas, 1.500 de ellos procedentes de Guatemala, dijo el director regional de Proexport en el Triángulo del Café, Eduardo Andrés Sánchez.
Proexport es la entidad estatal que promueve el turismo, la inversión extranjera y las exportaciones en Colombia.
A una hora y media en automóvil desde Armenia, y a 384 kilómetros de Bogotá, desde una altitud de 2.160 metros está Manizales, una las ocho regiones con microclimas en el mundo en la que montarán su cuartel de operaciones España, Costa Rica, Ecuador y Australia. La ‘Ciudad de las puertas abiertas’ es un destino de ecoturismo por sus reservas ecológicas como el Ecoparque los Yarumos, la de Río Blanco, el Ecoparque los Alcázares y el Recinto del Pensamiento.
Con un millón de habitantes y a 1.141 metros sobre el nivel del mar está Pereira, tan industrial como variada en su oferta turística: desde las cumbres de nieves perpetuas en el Parque Nacional Natural de los Nevados, hasta las riberas del río Cauca, pasando por las aguas termales de Santa Rosa de Cabal y los parques temáticos de Panaca y el Parque del Café.
Medellín, ‘la ciudad de la eterna primavera’ por sus pisos térmicos variados a pocos minutos del casco urbano, destaca por su amplio abanico cultural, como el Museo de Antioquia, donde se exhibe un importante colección del maestro Fernando Botero; y pueblos vecinos de tradición ancestral que conservan intactas construcciones coloniales.
Además, ofrece una auténtica joya de la arquitectura con amplio significado social: el metro-cable, un sistema de transporte que unió en cinco minutos de recorrido a la pujante ciudad con los pobladores humildes que habitan en las cumbres y que antes corrían el riesgo de perder la vida en el accidentado trayecto en autobús. Si las selecciones de Argentina y México estarán concentradas en Medellín durante la primera fase del Mundial, Uruguay tendrá su cuartel de operaciones en Cali.
Bañada por siete ríos, distante unos 416 kilómetros al suroeste de la capital colombiana, a 995 metros sobre el nivel del mar está Cali, la tercera ciudad más poblada del país con 2,1 millones. Es la ‘Capital mundial de la salsa’ y ‘la Capital deportiva de América’ por la infraestructura que le permitió ser sede de los Juegos Panamericanos de 1971 y la Copa América del 2001.
Bogotá, situada en el centro del país, es sede del poder administrativo, económico y político, así como la residencia de 7,5 millones de personas que en el aspecto cultural se pueden decantar por la gran cantidad de museos, teatros y bibliotecas, o la programación de festivales y ferias de amplia trayectoria. La Unesco otorgó a la ciudad el título de Capital mundial del libro en el año 2007.
Fuente: Golgolgol.net