Primer Aniversario del titulo mundial de España

Hace un año España se proclamó por primera vez en la historia campeona de un mundial. El rival en la final fue Holanda y el héroe Andres Iniesta.

«Cuando los sueños se hacen realidad, la realidad se vuelve un sueño», frase que recopila la pasión desbordante con la que España alzo por primera vez en la historia una copa del mundo. Exactamente el 11 de Julio del 2010, el mundo vio a España derrotar por la mínima diferencia a Holanda y hacerse de esta manera con el mundial de Sudafrica, por eso este 11 de Julio del 2011 es bueno recordar un poco lo sucedido hace un año en el ultimo mundial que se ha disputado.

Toda una vida persiguiendo una estrella y un pecho henchido para lucirla. Es de oro y pesa tanto como la responsabilidad y el orgullo, la emoción y la certeza de que, ahora sí, la apuesta por la estética y el respeto al balón que abandera La Roja tocó el cielo con las manos. La selección española afrontó con valentía la cita más importante de su historia. Miró a los ojos de la ‘Oranje’ y asumió su papel de favorita con una entereza y una gallardía encomiables. No cabía especular porque sólo conocía un camino para alcanzar el triunfo. Fue así como La Roja se convirtió en el equipo de todos, de aquellos que anhelan una vuelta a los orígenes, cuando la inteligencia pesaba más que el músculo.

Es inútil recordar el gol de Iniesta, la ocasión de Villa o la parada de Iker a Robben. Está todo dicho y, sin embargo, no podemos dejar de hablar de aquel día. Pero Iniesta tenía otros planes. Andrés no había dejado Fuentealbilla para conquistar Las Ramblas, iba a conquistar el mundo. Es difícil explicar las emociones que despierta una jugada vista ya mil veces. Arranca Navas, taconazo de Iniesta, Cesc, otra vez el ‘Duende de Los Palacios’, Torres, rechace en la frontal del área y… se para el mundo. Deja de girar. Literalmente.

Revive las declaraciones de los protagonistas del titulo de España, hace un año en Sudafrica

Xavi: El cérebro de Terrassa fue, una vez más, clave en el triunfo de la selección. Todo giró alrededor de él. El juego de toque empezaba y finalizaba en él. «Fue clave no renunciar a nuestra forma de jugar, a nuestro estilo, por mucho que empezáramos mal. Del Bosque no dudó y el equipo tampoco», dice el barcelonista, que ya se cree que es campeón del mundo. «Veía a Alemania, a los italianos y pensaba que nunca seríamos como ellos. ¡A los brasileños les miraba como si fueran de otro planeta! Pensé que nunca íbamos a llegar a ellos. Además,ganamos jugando bien, tratando a la pelota con cariño, dejando atrás la historia de la furia».

Fuente: Marca.com

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