Según denunció el general Yesid Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, el estadio Atanasio Girardot sufrió daños de vandalismo y no por parte de los hinchas, que han sido ejemplo en este mundial, sino por culpa de los jugadores de la selección argentina, que dañaron las instalaciones del estadio de la capital antioqueña. Al parecer los jugadores «gauchos» emprendieron a patadas las puertas, los lockers que ademas quedaron tirados en el suelo, porque no les gusto el apoyo de la hinchada paisa con los Egipcios, que fueron sus rivales en octavos de final.
Según relató el alto oficial a nuestros colegas de El Colombiano, después de derrotar apretadamente a Egipto por 2 a 1 en la noche del pasado martes, resultado que le dio a su selección el paso a los cuartos de final del torneo, los jugadores argentinos la emprendieron primero contra el público y luego contra las instalaciones.
Al finalizar el partido, en el que el público antioqueño había estado respaldando a Egipto, los jóvenes argentinos mandaron a callar a la tribuna con gestos obscenos; incluso el arquero Esteban Andrada se tomó sus genitales en un acto agresivo contra la afición y otro de los integrantes del equipo -sin identificar- los mostró públicamente como respuesta a los chiflidos. Además, Humberto Grondona, delegado de la AFA, le hizo un gesto de silencio provocador a las gradas del Atanasio.
Afortunadamente la concurrencia no reaccionó más allá de los chiflidos y los agravios, pero lo cierto es que la cosa pudo haber pasado a mayores. Sin embargo, hubo más: ya en el camerino los eufóricos argentinos cogieron a patadas las puertas, los lockers, incluso tiraron uno al piso, y dejaron en mal estado una locación que ellos precisamente habían estrenado el 29 de julio en el juego frente a México.
Lamentable desde todo punto de vista. Veremos qué dice la Fifa al respecto.