En cuanto al partido, el estratega André Villas-Boas planteó un esquema pensado para dominar el juego y superar al rival con rápidas triangulaciones al primer toque, el estilo que el nuevo entrenador de los «blues» quiere imponer a un equipo que tradicionalmente ha jugado un fútbol directo y de contraataque. El Swansea, por su parte, mantenía la precaución con sus líneas algo retrasadas y ejerciendo presión en el centro del campo, aunque no tenía miedo de salir con el balón controlado en busca de la puerta de Petr Cech.
Poco antes de la media hora de juego, Mata halló la forma de romper a la defensa del Swansea para dejar a Torres sólo frente al guardameta alemán Vorm. El «Niño» controló el balón bombeado de Mata de espaldas a la portería para girar el cuerpo y disparar al fondo de la red del Swansea.
Tras el tanto del delantero español, el capitán del Chelsea, John Terry, se dirigió a las gradas de Stamford Bridge para señalar a Torres y reconocer su buena actuación, después de varios meses en los que el «Niño» ha sido criticado por su falta de olfato goleador.
Animados por la recuperación de la puntería de Torres, los «blues», encadenaron varias oportunidades ante la portería del Swansea, hasta que el brasileño Ramires logró sumar el segundo de la tarde para el Chelsea con un disparo desde el borde del área después de una jugada personal de Torres.
En el 76, con el partido controlado por parte del Chelsea, Ramires culminó una jugada personal para marcar su segundo gol, el tercero de la tarde en Stamford Bridge. En el 86, los visitantes redujeron distancias por medio de Williams, mientras que en el 94, Drogba, que sustituyó a Anelka a diez minutos para el final, firmó su contribución a su equipo con el cuarto de la tarde.