Los agentes detuvieron al jugador del club Al Nasr hasta la llegada del delegado del equipo, que se encargó de solucionar el problema con la policía. Aunque desde el club declinaron dar su versión al ser consultados, el equipo ha publicado unas declaraciones atribuidas a Pino en las que este expresó su «profunda tristeza» por lo sucedido y aseguró que respeta las leyes del país.
Por si hubiera dudas, el colombiano dijo según estas declaraciones que hasta compró ropa musulmana a su mujer «para que salga de manera respetuosa» y pueda vestirse con prendas típicas como la «abaya». Esta amplia túnica negra es muy usada por las saudíes ya que cubre desde la cabeza hasta los pies de las mujeres y evita que se marque la silueta del cuerpo femenino.
Por otra parte, el jugador acusó a los aficionados y seguidores de los equipos adversarios de exagerar y sobredimensionar el suceso para desprestigiar al Nasr. Según informaciones difundidas por medios locales que no han podido ser contrastadas, la esposa del jugador vive con gran preocupación esta situación y hasta ha pedido a su marido que renuncie a su contrato y abandonen juntos el país.
En esta polémica sobre tatuajes con motivos religiosos llueve sobre mojado en Arabia Saudí.