Millonarios encontró los resultados tan pronto como las directivas le halaron las orejas al técnico Richard Páez. Llámelo como quiera, pero el técnico venezolano ya lleva seis puntos en línea. En la décima fecha sumó tres a su cuenta con una actuación destacada. Hay que reconocerlo: Millonarios jugó bien en El Campín, ante un adversario de quilates que vendió cara su derrota.
Mayer no mete goles, sigue siendo silbado por la tribuna cuando no acierta, se le acaba el aire rápido y debe ser sustituido, esta vez por Ómar Vásquez. Pero cuando se inspira nadie lo para. Al Tolima le manejó el partido a placer y de su pie izquierdo nació uno de los goles, el segundo, de Pedro Franco.
El defensor marcó a los 36′ en un tiro de esquina lanzado con precisión que primero cabeceó a las manos de Anthony Silva y en el rebote empujó de palomita.
Otra promesa azul, Luis Mosquera, ya había abierto el marcador a los 7 minutos, con un remate de pierna derecha al borde del área que fusiló el arco de Silva. Esa jugada de gol nació en una incursión profunda de Lewis Ochoa, de buen nivel en el presente torneo.
Tolima, mientras, se refugiaba para contragolpear y aprovechar las ventajas. Y consiguió el descuento pero con un balón parado. Un tiro libre espectacular que Rafael Castillo (39′) cobró cerca al vértice del tiro de esquina y se incrustó en el ángulo opuesto de Nelson Ramos. Esa reacción estuvo acompañada por una chilena de Jamilson Monsalve que por poco silencia El Campín.