El dominio del Manchester era infructuoso hasta el punto de que el primer disparo a puerta del equipo inglés a la media hora de juego se resolvió con el 0-1 marcado por Touré Yaya. Tras ese gol, el Manchester mejoró. Manejó el balón más cerca de la meta de Diego López, sin dar opción a la salida del Villarreal, que no se aproximó a la meta de Hart.
Sin embargo, una acción de Balotelli y Musacchio fue resuelta por el árbitro con la señalización de un penalti muy protestado por los locales en el último minuto del primer periodo. El propio Balotello hizo el 0-2 con el que el encuentro llegó al descanso.
El partido ya no tenía interés cuando Touré Yaya hizo el 0-3 y sólo ofreció algún aliciente a la afición cuando entró en el terreno de juego Sergio Agüero,
El público le abucheó permanentemente, ya que no olvidaba la polémica que se suscitó en el anterior partido, cuando el argentino marcó el gol de la victoria local y tuvo un rifirrafe con los jugadores del Villarreal al final del encuentro.