Lionel Messi superó los malestares de una fuerte gripe y jugó su primer partido del año con el Barcelona.
El considerado mejor jugador del mundo, en contra de su salud jugó frente al Osasuna y por primera vez desde su llegada al Barcelona, disputó el primer encuentro del año. En la previa al duelo de Copa del Rey, Lionel estaba en duda por una fuerte gripe que no le permitió estar al portero Víctor Valdez, al final Guardiola decidió llevar al argentino al banco de suplentes. Con el 2-0 a favor y 10 minutos jugados de la segunda parte, `la Pulga´ se decidió a jugar en contra de su salud e ingresó al campo de juego, en medio de la ovación de los aficionados. Messi reemplazó a Pedro y una vez más fue insaciable, en la media hora que estuvo en el campo le dio tiempo de anotar dos goles, uno de ellos de cabeza, el décimo que consigue de esta manera con el Barça.
Al final del encuentro, Messi, manifestó una vez más su satisfacción por el juego del equipo: «Sabíamos la necesidad que teníamos de lograr un buen resultado por la dificultad de jugar la vuelta en un campo como Pamplona y lo hemos conseguido». Sobre la gripe que le tuvo en duda durante todo el día manifestó: «No vomité ni tenía fiebre, sólo me dolía la panza, nada más. Por eso no pude salir en el entrenamiento de la mañana pero después me recuperé bien para jugar».
La del pasado miércoles quedará en la historia, porque fue la primera vez que Messi juega el primer partido del año desde que debutó en el Barcelona allá por el mes de octubre de 2004. Con su participación en el duelo Messi superó no solo a sus rivales, sino que también los pronósticos del malestar general que le hubiese podido marginar definitivamente del encuentro. Como bien dicen por ahi: «las ganas le pueden al miedo».