El goleador luso criticó de manera ‘exagerada’ la actuación del arbitro.
El empate entre Real Madrid (1-1) Villarreal, dejo bastante eco no solo en las filas blancas, sino en el general del fútbol español. El empate le significó al Barcelona quedar a solo seis puntos del líder Real Madrid, sin embargo los jugadores y directivos del conjunto merengue, buscaron culpables en los siempre primeros señalados: los árbitros.
El colegiado expulsó muy acertadamente a Ramos, Özil, Pepe y Mourinho, ademas sancionó perfectamente la falta sobre Senna, que terminó en el gol del Villarreal y por consiguiente en el empate final. Sin embargo los jugadores del Real echaron toda la culpa al juez central, en busca de una explicación a los cuatro puntos que dejaron escapar en sus dos últimos encuentros.
Uno de los más explícitos fue Cristiano Ronaldo, autor del único gol de su equipo, que se retiró del campo haciendo los gestos de robo con la mano. Quiso que lo captaran las cámaras para dejar claro que se sentían engañados y robados.
Nadie pudo ocultar su disgusto. Higuaín, de camino a los vestuarios, vio otra amarilla cuando se dirigió a Paradas Romero. Nadie pudo frenar los caldeados ánimos de los madridistas, que buscaban explicaciones a lo sucedido, a las expulsiones de su entrenador y el preparador físico Rui Faria, y a las de Sergio Ramos y Özil, que dejaron al equipo con nueve jugadores.
