El luso ha multiplicado su valor, ante la tentación de renovar con el Real Madrid.
Para nadie es un secreto que el Real Madrid hace rato recuperó la millonaria inversión que hizo en su momento para fichar a Cristiano Ronaldo. El ariete luso no solo ha incrementado los ingresos al plantel blanco por sus contratos de publicidad, sino que ha sido en varias ocasiones el jugador distinto del equipo, capaz de liderar una remontada o una victoria merengue. Sus registros son de admirar y repito, hace rato que con eso demostró a las directivas que hicieron una inversión y no un gasto de dinero.
Sin embargo, en varias ocasiones Cristiano ha mostrado su interés por mantenerse vinculado al conjunto español. En respuesta las directivas blancas analizan la posibilidad de renovar lo más pronto posible el contrato del portugués. Pero lo que no se sabe de momento, es si el Real está dispuesto nuevamente a sacrificar una buena cantidad de su dinero, para invertirla en Cristiano y esperar a que su nivel se mantenga por ese determinado laxo de tiempo.
Ahora, el nuevo IRPF decretado por el Gobierno de Mariano Rajoy se ha convertido en un nuevo obstáculo para la ampliación de contrato que Florentino Pérez lleva meses preparando para retener a Cristiano Ronaldo. El impuesto para los sueldos superiores a 300.000 euros anuales ha subido del 45 al 52 por ciento.
Dicho en cifras y según un estudio realizado por `eleconomista.es´, la operación le costará al presidente del Real Madrid un total de 155 millones de euros, lo mismo que cuando le fichó del Manchester United en verano del 2009.
Entonces, el Real Madrid abonó 95 millones a la entidad inglesa, a lo que hay que sumar los aproximadamente 50 que ha percibido el futbolista. Cristiano pasaría de 12 a 15 millones netos por las próximas cinco temporadas, es decir, un total de 75 ‘kilos’, a los que hay que sumar los 82 millones que irán a parar a las arcas de Hacienda.
