Cuatro temporadas inolvidables, que marcan una era histórica para el fútbol.
Ante el Athletic Bilbao, en la final de la Copa del Rey y con el titulo de la misma, Guardiola vivió su ultima experiencia (por ahora) como director técnico del Barcelona. El estratega español decidió darse un descanso y alejarse por un tiempo del fútbol, para darle fin a un ciclo, era, circulo, o como lo quieras llamar, que no solo pasará a la historia del conjunto catalán, como uno de los mejores de su historia. Sino que también será recordado por siempre, como una hegemonía que solo muy pocas consiguieron derrumbar.
De seguro pocos podían aventurar que aquel 13 de mayo el Barcelona iniciaba en Mestalla el mejor ciclo de su historia. En su primer año al frente del club catalán, Pep Guardiola levantaba su primer título ante la triste mirada de un Athletic derrumbado. Cuatro temporadas después, la escena se repitió. Aunque esta vez Pep no llega, se va.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. En aquel Barça estaban Touré o Eto’o. Ese Barça ofrecía los primeros síntomas de una filosofía que sería encumbrada en los años siguientes. Pep tenía la ilusión del que empieza un proyecto. Ahora, el Guardiola que levanta el trofeo en el Calderón es un Guardiola azotado por el desgaste, necesitado de un descanso más que merecido.
Entre un momento y otro, tres Ligas, dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de clubes, Supercopas… y mil momentos para el recuerdo del aficionado azuglrana. Guardiola se marcha pero Messi, Iniesta y compañía permanecerán en Barcelona durante un largo periodo. Se cierra el círculo del ‘Pep Team’ pero se abre otro de futuro incierto, tan dudoso como el que muchos vaticinaron en los primeros meses con Guardiola en el banquillo.
