El campeón de la liga aprovechó el primer amistoso para probar a sus nuevos jugadores.
Oviedo fue la primera victima del conjunto merengue en el arranque de su pretemporada. Los dirigidos por José Mourinho golearon (5-1) al conjunto que milita en la segunda división española, en un duelo que como se esperaba, resultó ser bastante fácil para las aspiraciones blancas. Tanto así, que el estratega luso utilizó una plantilla de canteranos, en la que solo tres del primer equipo fueron titulares (Adán, Granero y Morata) y los niños se sintieron libres, como en el patio del colegio. Debutaron tres, Iván González, Lucas y Denis, y los dos últimos comenzaron marcando.
Lucas Vázquez, un interior de muy buen gusto, no sólo se conformó con abrir el marcador y dejó un detalle en bicicleta en el 0-3, remachado por Granero con mucha fortuna. El 0-2, insistimos, lo hizo Denis, el primer ruso que hace un gol con la camiseta del Real Madrid. Su padre, el mítico ex delantero del Sporting, puede estar muy orgulloso.
Tres marcó el Madrid en la primera mitad, en la que los chavales hicieron lo que se les antojó. Consiguieron todos sus caprichos, menos Morata, que se topó hasta dos veces con Dani Barrio, que sacó pelotas de tenis como pudo, y le dejó sin premio.
En el descanso, el Madrid cambió de traje y salieron hasta nueve caras nuevas. Sólo repitieron Álex y Granero y aparecieron Higuaín, Callejón y, por encima de todos, Ángel Di María, que no debe descansar en una tumbona ni cuando está en la playa. El argentino hizo dos goles por pesado, por insistir, y marcó el camino a los chavales que quieren triunfar en casa y no fuera de ella.
El gol del Oviedo lo marcó Martins, que se anticipó a Jesús después de una mala decisión de Varane, algo confuso, como Fabinho, que tuvo miedo a dar cualquier paso. Mientras, el portero madridista, después, se olvidó de ese mal trago parando un penalti a Manu Bustos.