El conjunto merengue ha invertido el doble dinero de lo que ha gastado el cuadro catalán en busca de los mismos objetivos.
Un nuevo derbi se vivirá esta tarde de miércoles en el Santiago Bernabéu, un nuevo duelo entre los considerados dos mejores equipos del mundo, que no sólo dominan por su juego, sino que también, por sus poderosas, admirables, millonarias y efectivas plantillas, que estarán una vez más en un mismo campo. Pese a que ambos conjuntos dominan un capital similar, es el Real Madrid de Florentino Pérez el que más ha invertido en fichajes y de cara a los objetivos que se han trazado para esta campaña.
Curiosamente, su eterno rival, el Barcelon de Sandro Rosell, ha invertido menos de la mitad de lo que ha gastado el conjunto merengue, de cara a unos claros y mismos objetivos que esperan poder cumplir durante esta nueva temporada. El multimillonario club blanco espera en su casa por la visita del barato Barcelona, para permitirnos vivir una vez más un vibrante compromiso del más alto nivel.
Tras el fichaje del croata Luka Modric (tercer jugador más caro de la actual plantilla blanca), el coste total de la plantilla madridista asciende a la desorbitada cifra de 501 millones de euros, llegando a doblar a la formada por los azulgrana, cifrada apenas en 244.
Buena culpa de ello la tienen los faraónicos fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká, que Florentino Pérez aprobó en su momento para intentar eclipsar la temporada del ‘triplete’ del Barça, aunque no hay que olvidar que el pasado verano el máximo mandatario blanco también dio el visto bueno a una inversión en fichajes de 81 millones de euros, que superó en cinco a la azulgrana.
Pero más allá de los millones, el compromiso de este miércoles entre Barça y Madrid en el marco de la vuelta de la Supercopa de España supone el enésimo cara a cara entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, un nuevo choque de estilos entre Tito Vilanova y José Mourinho tras la marcha de Guardiola y, especialmente, otro duelo entre dos modelos de dirección deportiva diametralmente opuestos: una apuesta confiada por la cantera (no exenta de una importante inversión económica para contratar a los mejores futbolistas del mundo) contra la apuesta del cheque sin fondo. Una filosofía, la del Real Madrid, que ha naufragado en repetidas ocasiones en las últimas diez temporadas ante el auge imparable del modelo azulgrana.