El histórico capitán de la selección de Alemania ha decidido colgar los guayos a sus 36 años de vida.
En medio de una desbordante nostalgia, el ex-volante de equipos como el Chelsea y el Bayern Múnich, entre otros, emitió un comunicado publicado a través de uno de sus abogados, en el que confirma su decisión de dejar a un lado el fútbol competitivo y seguir participando de este deportes, detrás de los escritorios. La noticia no sorprende mucho, dado que era algo que se presentía desde el inicio de la temporada cuando Michael Ballack no renovó su contrato con el Bayer Leverkusen ni fichó con ningún otro club alemán.
«Con 36 años me queda el recuerdo de una larga y maravillosa carrera como profesional con la que de niño no me habría atrevido a soñar», dijo Ballack por intermedio de su defensor legal.
«Fue un privilegio jugar bajo entrenadores de primera clase y con jugadores fantásticos», agregó el desde ahora ex-futbolista.
Ballack admitió que le hará falta jugar ante 80.000 personas o marcar goles pero agregó que, pese a que se le había relacionado con equipos australianos, los primeros meses sin fútbol le había convencido de que había llegado el momento de decir adiós.
Así las cosas, Ballack jugó 98 partidos con la selección alemana, fue subcampeón del mundo en 2002, subcampeón de Europa en 2008 y tercero en el Mundial de 2006. Además fue dos veces campeón alemán con el Bayern y una vez con el Kaiserslautern, y con el Chelsea campeón inglés.
Con el Bayer Leverkusen y con el Chelsea Ballack alcanzó la final de la Liga de Campeones pero en ambas ocasiones sus equipos cayeron derrotados ante el Real Madrid y ante el Manchester United respectivamente. Ahora se dedicará por un tiempo a su familia y después continuará con sus ilusiones de dirigir un club ‘grande’.