Lo que pintaba ser una temporada de ensueño, se convirtió en una de las peores campañas del conjunto merengue en su laureada historia.
El 2012 será recordado por los hinchas, jugadores, directivos y cuerpo técnico del Real Madrid como uno de los peores de la historia. Si bien es cierto que el conjunto merengue nos venía acostumbrando a verlo ganar y ganar, también es cierto que lo que realizó durante la primera parte de esta temporada, que terminó el pasado fin de semana, es la muestra de la decepción que genera uno de los mejores equipos de España, Europa y el mundo entero.
El conjunto merengue vivió en la recta final de este 2012 una de las peores crisis que recuerdan sus hinchas más jóvenes. 33 unidades conseguidas en 17 jornadas, el tercer puesto en la tabla general de posiciones y 16 puntos de distancia que lo separan del líder Barcelona, son las estadísticas que hacen de este año un episodio para el olvido en la historia del conjunto merengue.
Lo más preocupante de esta irregularidad que vivió el cuadro blanco durante el 2012, es que el Real Madrid pasó en pocos meses de celebrar su trigésimo segundo título liguero a la desilusión y la polémica en la que se encuentra sumido a final ahora, a falta de sólo dos partidos de que concluya la primera vuelta de la liga. Su ataque no fue tan letal como en temporadas anteriores y su defensa fue superada muy fácilmente por los rivales.
Cuando se preveía otro cabeza a cabeza entre el Real Madrid y el Barcelona, ahora por la Liga 2012-2013, todo se vino abajo con un equipo madridista entregado, a una gran distancia del culé y con un plantel desvencijado por las polémicas y los rumores de una eventual ruptura.
Sin alcanzar aún la mitad de la temporada, el panorama en la Casa Blanca es otro bien distinto porque el inicio de la temporada ha sumido al equipo casi en la depresión, a 16 puntos del Barcelona y a siete del Atlético de Madrid, y con Mourinho en el foco de la crítica mediática, sobre todo luego de dejar en el banquillo a Iker Casillas en La Rosaleda en el último encuentro ante el Málaga.
Las sensaciones, aunque aún quedan por delante la Copa del Rey (debe disputar la vuelta de octavos ante el Celta y remontar un 2-1 adverso ante el Celta de Vigo) y la Liga de Campeones (se medirá al Manchester United en octavos), son negativas.
El tercer año de la ‘era Mou’ comenzó y sigue convulso, con ‘terremotos’ internos y la Liga perdida antes de Navidad. Mourinho asegura que no va a dimitir ni teme por su puesto. En La Rosaleda, Mourinho admitió que el fútbol no tiene memoria, ni los títulos ganados. Aseguró que se iría si sintiera que sus pupilos no lo quieren.
El Real Madrid ha perdido ya en Liga 18 puntos, cuando en toda la campaña pasada cedió catorce. Pasó a octavos de la Liga de Campeones como segundo de grupo tras el Borussia Dortmund y en la Copa está obligado a remontar ante el Celta.
Sin el fútbol y la eficacia suficientes, con Mourinho en el patíbulo, el Real Madrid está obligado a recomponerse tras las vacaciones navideñas y echar mano del orgullo para al menos entrar en la pugna por el segundo puesto liguero, remontar en Copa y mantener vivo el anhelo de Champions, por otra parte el gran objetivo del club para esta temporada.
El 2012 será un año para olvidar y todos esperamos que en el 2013 veamos al Real Madrid que tanto ha construido Mou; aguerrido, ofensivo, decidido, emperador y respetado en el balompié ibérico.