El técnico luso criticó la actuación de CR7 ante el Valencia y él se mostró molesto por las ‘injustas’ palabras de su entrenador.
Además de la preocupación, bastante grande es la polémica que se ha generado por estos días en Madrid, tras la bronca que lidian los portugueses José Mourinho y Cristiano Ronaldo. Tanto el técnico, como el jugador luso se han cruzado palabras entre sí y han provocado que se prendan las alarmas en un vestuario en el que se podría generar una pelea.
El origen de la bronca entre Mourinho y Cristiano es el final del encuentro ante el Valencia en los cuartos de la Copa del Rey. Al técnico no le gustó el último tramo de partido que ha hecho su gran estrella y se lo dice a la cara. «En los últimos 15 minutos te has escondido, Cris. Joao Pereira estaba desequilibrando por la banda derecha», le dijo Mou.
Cristiano miró a su entrenador y no dio crédito a lo que está escuchando, pero el técnico aún no había terminado: «Sabes que en estos partidos de eliminatoria un gol vale mucho. Hay que trabajar hasta el final». Mourinho también le recriminó a Ronaldo que sacase precipitadamente un fuera de banda un minuto antes del final, con el resultado de que el Valencia recuperara el balón y terminara el encuentro con un contragolpe.
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Eso fue lo primero que se supo de esta novela. Sin embargo, en las últimas horas la prensa española, en cabeza del diario Marca.com, reveló más detalles de la bronca entre Mourinho y Cristiano, quienes alteraron la tranquilidad y la paz que se vivía en el vestuario merengue.
Según el rotativo ibérico, tras las palabras del míster, Ronaldo negó con la cabeza y contestó a Mourinho delante de sus compañeros: «Yo doy la vida por ti, no eres justo al criticarme». El tono fue más elevado de lo normal, porque a Cristiano le dolieron las palabras de su técnico. Eso sí, nadie se agarró con nadie y nadie tuvo que separar a nadie.
Afortunadamente el incidente se quedó ahí. No va a intervenir el club ni va a haber sanción en virtud del régimen interno. Mourinho le restó importancia a las palabras de Ronaldo, le disculpa porque sabe que estaba caliente y que había tenido dos ocasiones para sentenciar la eliminatoria y «nadie es más exigente consigo mismo que Cristiano».
Mourinho no tiene ninguna duda del sacrificio y del compromiso de Cristiano y califica lo que ocurrió el pasado martes en el vestuario del Bernabéu como «una cosa de niños», más aún comparada con otras situaciones de verdadera tensión que se han vivido en el vestuario del Madrid en esta misma temporada y que se producen en todos los vestuarios del mundo.
Pero algo claro si está: la bronca entre Mourinho y Cristiano no es ni mucho menos el primero con un jugador esta temporada. A Ramos y a Özil les recetó medicina de banquillo ante el City después de que ambos no estuvieran centrados en el partido ante el Sevilla. En aquella rueda de prensa, el técnico dijo que algunos de sus jugadores no tenían la cabeza en el fútbol.
Vino después el caso Casillas, a quien mandó al banquillo sin que le temblara el pulso.
También ha tenido encontronazos con dos futbolistas que llegaron al Madrid gracias a su insistencia: Di María y Coentrao. Al argentino le dijo en Pamplona: «Cuando cobrabas poco dinero jugabas mucho, ahora no juegas nada». A su compatriota le ha tenido castigado por sus actos de indisciplina y ha pedido para él la sanción más alta del régimen interno.
La bronca entre Mourinho y Cristiano es el nuevo capítulo de la serie que rueda por estos días en Madrid y que podría terminar con un final que ya está más que anunciado… la salida del técnico merengue hacía algún otro equipo en Europa.