Daniel En tablas terminó el expectante y emotivo clásico europeo, entre el campeón de España e Inglaterra, que se disputó bajo el marco de la Champions League.
Real Madrid no pudo hacer valer su condición de local y terminó igualando a unos (1-1) con el Manchester United, en un compromiso que estuvo enmarcado por la lucha de estilos y que corresponde al partido de ida de una de llaves de los octavos de final en la Liga de Campeones.
El primer tanto llegó por intermedio de Danny Welbeck (minuto 20′), quien con un cabezazo puso en ventaja al Manchester United. Luego, igualó el Real Madrid gracias a un tanto de su goleador Cristiano Ronaldo (29′ minutos), tras un centro de Di María.
Sobra decir que el resultado, además de favorecer al Manchester United, deja más que abierta esta serie que se definirá dentro de 15 días en el mítico Old Trafford, el ‘teatro de los sueños’, la antigua casa de Cristiano Ronaldo.
Luego de unos primeros minutos con dominio merengue, fue, paradojicámente, el cuadro visitante quien logró ponerse por delante en el marcador. Rooney levantó un córner desde la esquina y Welbeck, en el área chica, le ganó la acción a Sergio Ramos y giró el cuello para cabecear y marcar el primero de la llave. Mal Ramos, blandito, tampoco estuvo muy fino Diego López en su salida.
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Pese a los errores en defensa y al inesperado gol, Real Madrid se repuso a la anotación y rápidamente encontró su premio con el empate. Centro buenísimo de Di María, Cristiano se elevó en un salto potentísimo ante Evra, que ni saltó, y conectó un cabezazo precioso que superó a De Gea. ¡VAYA CABEZAZO DE CRISTIANO! que no celebró, como lo había prometido, el tanto ante su ex-equipo.
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Con los goles del Manchester y el Real, que llegaron tras certeros cabezazos de Welbeck y Cristiano, respectivamente, se bajó el telón de un primer episodio movido, luchado y en el que quizá mereció mucho más el local. El cuadro blanco presionó en terreno contrario y controló de esa forma a un United que sólo encontró en el pelotazo, un arma para hacer daño a su rival de turno.
Para la etapa complementario llegaron las sustituciones y con ellos cambió el ritmo del encuentro. Los equipos desaceleraron la velocidad de su juego y pese a ello, hubo varias acciones ofensivas que por poco terminan siendo goles. Fue gracias a esas constantes ocasiones de gol que el portero español David de Gea, se consolidó como la gran figura de este primer choque tras sus determinantes atajadas ante un par de remates del equipo blanco.