El delantero africano aseguró en una entrevista que recibió varias amenazas de muerte y por ello su vida corre peligro.
Vaya lío el que se ha formado en Camerún por estos días. Un escándalo protagonizado por la Federación Camerunesa de Fútbol (FCF) y por el su delantero y capitán Samuel Eto’o, tiene en alerta roja a varios entes mundiales involucrados con el fútbol.
La historia empieza un par de años atrás cuando el ex-atacante del Barcelona denunció públicamente la ‘corrupción’ de la federación de su país en algunos partidos oficiales. En su momento se protegió la palabra y la privacidad del jugador, pero un tiempo después se supo que fue Eto’o quien acusó a Camerún y a raíz de ello parece que el jugador recibió «amenazas de muerte».
Fue así como Samuel Eto’o, actualmente en el Anzhi de Rusia, decidió hablar nuevamente del polémico tema y entregó unas reveladoras declaraciones en su más reciente entrevista de dos horas y cuyo vídeo ha sido publicado hoy por la web de la revista camerunesa «Je Wande» y que emitirán también cadenas de televisión locales.
«Los dirigentes de la FCF quieren atentar contra mi vida, quieren asesinarme», dijo el también ex-jugador del Mallorca.
«Vivo ahora con un grupo de gendarmes y uno de ellos duerme delante de mi puerta; no lo hago por esnobismo sino por mi seguridad», declaró Eto’o.
«A día de hoy no me pongo las camisetas del combinado que nos da la federación, las pido directamente a la empresa Puma; no como con mis compañeros de la selección para evitar que me pongan veneno en la comida», añadió Eto’o, que calificó a los dirigentes del fútbol camerunés de «incompetentes» y «corruptos» y exigió su dimisión.
Hasta hace poco una potencia del fútbol africano, Camerún está ausente por segunda edición consecutiva de la Copa de África de Naciones, cuya final la disputaron ayer en Johannesburgo (Sudáfrica) Nigeria y Burkina Faso, con saldo a favor de los nigerianos.
La entrevista se hizo en ‘camfranglais’, una lengua vulgar que, como su nombre indica, mezcla francés, inglés y expresiones camerunesas de los barrios pobres de las grandes ciudades como el que vio crecer al propio Eto’o.