El delantero Brasileño Luis Fabiano, denunció insultos por parte de varios de los jugadores del Arsenal de Sarandí.
La Copa Bridgestone Libertadores 2013 está resultando ser más polémica de lo que se esperaba. A la tragedia vivida hace algunos días en el estadio de San José de Bolivia donde falleció un joven hincha, se le suma un recientes escándalo racista denunciado por Luis Fabiano, la victima, al termino del encuentro que disputó su equipo el Sao Paulo durante la jornada del pasado jueves.
Sao Paulo y Arsenal de Sarandí igualaron a unos (1-1) en el compromiso que cerró la tercera jornada en este ‘grupo 3′ del certamen continental. El partido resultó ser entretenido y pudo terminar con victoria para cualquiera de los dos conjuntos, sin embargo, al termino de los 90’ minutos llegó la polémica que se apoderó de las acciones y que ha dado de que hablar en los principales diarios del mundo.
Y no es para menos, Luis Fabiano fue expulsado cuando el partido entre el Sao Paulo y Arsenal ya había finalizado. El delantero brasileño se dirigió después del encuentro al colegiado y, tras varios minutos de diálogo, ‘O Fabuloso’ fue expulsado ante la incertidumbre que se apoderó de los espectadores.
A Luis Fabiano se le vio protestando alguna jugada del partido y el árbitro decidió mostrar al ex-jugador del Sevilla la cartulina roja. Luego, en charla con algunos medios de prensa, el delantero quiso denunciar que recibió insultos racistas: «Varios jugadores me llamaron macaquito».
Luis Fabiano también criticó al arbitraje. «En Sudamérica ocurren estas cosas. En la Copa Libertadores jugamos contra todo y contra todos. A veces nos encontramos con árbitros sin preparación o que no tienen condiciones para dirigir partidos importantes», dijo en medio de su enojo.
Este escándalo racista que se presentó en Brasil y que empaña el buen nombre de la Copa Libertadores ha quedado en manos de la Conmebol, ente regulador del fútbol sudamericano, que deberá investigar si verdaderamente Luis Fabiano fue victima de insultos racistas para posteriormente imponer una debida sanción a los gestores de esta nueva polémica que envuelve el balompié continental.
