El ente europeo castigará su decisión de no hablar con la prensa después de quedar eliminados de la Champions League.
La derrota del Manchester United (1-2) ante el Real Madrid del pasado martes no para de generar polémica en Europa y el mundo. Durante el encuentro se presentó una discutida acción que cambió el desarrollo del compromiso y que le pudo terminar costando la eliminación a los ‘diablos rojos’.
Ganaba 1-0 el Manchester cuando Nani en el intento de controlar una pelota aérea golpeó sin intención el pecho de un imprudente Arbeloa que se lanzó sin pensarlo. El árbitro se dejó llevar por la primera impresión de lo sucedido y decidió expulsar al volante portugués, dejando en inferioridad numérica y en desequilibrio emocional al conjunto inglés.
Luego llegó lo peor. Real Madrid remontó el marcador y como era de esperarse, los dedos de culpa señalaban al colegiado que, ante los ojos del mundo, se equivocó. Terminó el partido y la cara de frustración del cuerpo técnico y los jugadores del Manchester United lo decía todo.
Indignados por lo sucedido, los protagonistas del club británico decidieron callar y no asistir a la tradicional rueda de prensa que realiza al termino del encuentro. Ante esta actitud de reclamo por parte del cuadro inglés, la UEFA ha decidido abrir un expediente en contra del Manchester United y dejar en manos del Comité de Control y Disciplina de la UEFA la sanción para el caso que se examinará el próximo día jueves 21.
Así lo ha comunicado el organismo que dirige el fútbol europeo, que señala que el Manchester no cumplió con sus obligaciones «pos-partido» con la prensa, establecidas en los puntos 2.6 y 2.7 del anexo III de las reglas de competición del torneo.
El centrocampista portugués del club británico Luis Nani, expulsado en el minuto 56, pasó tras el encuentro por la zona mixta de Old Trafford sin querer hacer declaraciones, igual que sus compañeros.
«No tenemos permitido decir nada», señaló Nani, según informó ayer la cadena británica ‘BBC’, mientras la mayoría de los jugadores a las órdenes de Alex Ferguson pasaban ante los periodistas sin hacer comentarios sobre la derrota ante el Real Madrid (1-2) que les dejó fuera de la Liga de Campeones.
Tampoco Ferguson compareció en la habitual rueda de prensa que los entrenadores ofrecen al término del partido y fue sustituido por su ayudante Michael Phelan, que comentó a los periodistas que el veterano técnico no estaba «en condiciones» de hablar con ellos.
Con la decisión tomada por la UEFA de abrir un expediente en contra del Manchester United por negarse a hablar después de un decisivo encuentro queda perdida cualquier credibilidad en esta famosa frase que aún se escucha en varios lugares del mundo y que poco se respeta en el fútbol moderno. El amarillismo vende más que el humanismo y por eso se ha vuelto más importante.
