El presidente del cuadro paisa, Juan Carlos de La Cuesta, denuncia persecución en contra de los ‘verdolagas’.
Semana para el olvido en Atlético Nacional. El pasado miércoles perdió el invicto de 20 fechas, ante Medellín y en pleno clásico antioqueño, que llevaba sin caer en la Copa Postobon y este jueves le fue notificada una sanción sin precedente en el fútbol colombiano.
La encargada de confirmar la mala noticia para los paisas fue la Alcaldía de la capital antioqueña, representada por La Mesa de Convivencia para el Fútbol, después de que el lunes pasado se diera el asesinato de un hincha del Once Caldas en el municipio de Itagüí.
Todo ocurrió cuando un bus que transportaba hinchas de una de las barras de Once Caldas desde Medellín hacía Manizales, al pasar por el municipio de Itagüí, un encapuchado se acercó al bus y con un arma de fuego produjo varios disparos, asesinando a un hincha caldense.
Ante este lamentable suceso que enlutó al fútbol colombiano y que alteró una vez las iniciativas de fútbol en paz, los altos mandos políticos de Medellín han querido castigar fuertemente a los hinchas de Atlético Nacional, para evitar que se vuelvan a presentar hechos como este.
En ese orden de ideas, la sanción explica que en el próximo partido de local de Atlético Nacional, ante el Deportivo Pasto, se deberá jugar a puerta cerrada, y para el resto del año, se prohíbe el ingreso de hinchadas de clubes que no pertenezcan al área metropolitana de Medellín, entonces habrá un cierre de fronteras para las barras de los clubes no antioqueños. También se prohibió el ingreso de menores de edad a las tribunas populares.
Tras conocerse la severa e histórica sanción, el presidente del cuadro antioqueño, Juan Carlos de La Cuesta, se pronunció inmediatamente, y dejó ver el descontento del club: “Esto es un persecución en contra nuestra, nos oponemos a la sanción. Fue un asesinato cometido por un desadaptado que rechazamos, pero nosotros no tenemos la culpa de esa muerte”, criticó el máximo dirigente verdolaga.
