El presidente del AC Milan irá a la cárcel por prostitución de menores y ahora no podrá ejercer ningún cargo publico.
Un nuevo escándalo sexual hace mella en el fútbol mundial. Afortunadamente para el buen nombre de este deporte, en esta ocasión el responsable no es ningún jugador, por el contrario, se trata de uno de los dirigentes más polémicos de la actualidad.
Después de que su caso fuera detenidamente estudiado por el Tribunal de Milán, el ex-ministro Silvio Berlusconi, presidente del AC Milan, fue condenado a siete años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por el llamado «caso Ruby», un escándalo de tipo sexual.
Tras 27 meses de proceso y 50 audiencias, el juzgado de cuarta sección del tribunal de Milán, presidido por Giulia Turri, ha emitido la esperada y polémica sentencia entre los aplausos y gritos de alegría de un pequeño grupo de manifestantes que esperaban ansiosos el veredicto para «Il Cavaliere».
El senador del PDL, Renato Shifani, ha señalado que el veredicto le parece «una sentencia surrealista, con un culpable y ninguna víctima», mientras que el senador Malan ha aseverado que se trata de «una sentencia sin pruebas contra el mayor protagonista de la política italiana de los últimos veinte años. Es un atentado a la democracia y al Estado de de derecho».
La prensa deportiva italiana inmediatamente le dio la primera plana a la noticia, toda vez que la sentencia podría comprometer el futuro del Milan, uno de los equipos más poderosos e históricos del mundo, del que Berlusconi es el máximo accionista.