El hermano mayor de Gonzalo, jugador del Nápoles, se ha marcado dos golazos de este tipo durante sus recientes apariciones en la MLS.
Al igual que como lo hizo Roberto Carlos con su potencia, David Beckham con su precisión y Ronaldinho con su alegría, Federico Higuaín se está ganando un lugar en la historia del fútbol mundial gracias a su capacidad de marcar goles, que digo goles, golazos, de vaselina.
La vaselina, cuchara, palanca, sombrero, clareada, globito o píque en el contexto del fútbol es un disparo suave con trayectoria muy curva que hace volar la pelota por encima de uno o varios jugadores contrarios, o por sobre el portero para convertir un gol.
Los goles realizados haciendo que el balón suba por encima del portero y baje antes de entrar a portería son muy elegantes si se realizan con suavidad y con la facilidad que demuestra Federico en cada uno de sus remates.
Esta forma de marcar goles, perfeccionada al máximo por el holandés Dennis Bergkamp, es especialmente característica de los futbolistas argentinos Leo Messi, Ariel Ortega, del uruguayo Sebastian Abreu , de los españoles Raúl González y David Villa y el italiano Francesco Totti. Sin embargo el máximo exponente de esta jugada es Ronaldinho.
A todas estas leyendas del fútbol mundial se les ha venido sumado el también argentino Federico Higuaín, quien es reconocido en Estados Unidos como el rey de las vaselinas, gracias a sus dos más recientes anotaciones en la MLS.
El hermano mayor de Gonzalo, jugador del Nápoles, ha anotado dos auténticos golazos en los últimos choques con su nuevo club, el Colombus Crew. El experimentado jugador argentino realizó dos disparos de altura ante los New Yor Red Bull y el Toronto.
