El cuerpo técnico prefiere prevenir antes que lamentarse ante un posible caso de dopaje como los que se han visto en los últimos años.
La selección de Honduras, dirigida por el colombiano Luis Fernando Suárez, mantiene encendida la esperanza de poder clasificar al mundial de fútbol que se disputará el próximo año en Brasil. Para ello, deberá enfrentar a México en una de las siguientes jornadas.
Conscientes de lo determinante que será el encuentro ante los ‘manitos’, el cuerpo técnico de Honduras no ha querido dejar escapar ningún detalle, tomando medias extremas en las que se destaca la posibilidad de llevar su propia carne al lugar donde se concentrará el equipo antes del compromiso pre-mundialista.
El encargado de anunciar esta particular medida fue el presidente Federación Nacional de Fútbol de Honduras (Fenafuth), Alfredo Hawit, quien dijo a los periodistas locales que todo tiene que ver con los últimos casos de dopaje que han envuelto al fútbol mexicano.
«Siempre llevamos a nuestro cocinero y en esta ocasión hasta se podría llevar nuestra propia carne», apuntó Hawit.
«En México hay un tipo de carne que tiene ese problema con el clembuterol y está bueno que nos preocupemos por ello», enfatizó el dirigente hondureño.
Los informes señalan que los dos jugadores mexicanos que supuestamente dieron positivo en las pruebas de control antidopaje, fue por el clembuterol, sustancia que se suministra al ganado y también está presente en medicamentos de consumo abierto.
«No es la primera vez que sucede algo así en México, es delicado. Nosotros en Honduras no nos vamos a descuidar», subrayó Hawit.
La selección de Honduras se concentrará a finales de agosto en Miami, donde permanecerá hasta el 5 de septiembre, cuando viajará a México para el partido de la eliminatoria mundialista por el circuito de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf).
El equipo catracho, que ocupa el cuarto lugar de la clasificación con siete puntos, también se medirá, de local, el próximo 10 de septiembre ante Panamá en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, donde espera poder seguir soñando con Brasil 2014.