Un eurodiputado ha pedido a una comisión continental que se investigue el origen del dinero con el que se pagó la transferencia.
Mucho se ha hablado del fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid. Que ahora si volverá a ser los galácticos, que una nueva estrella llega a la liga española, que junto a Cristiano formarán la mejor dupla de la historia, en fin, muchos son los comentarios positivos que han surgido tras la sonada contratación del futbolista galés.
Sin embargo, no en todos los sectores ha caído igual de bien el que hasta ahora ha sido el fichaje más caro de la historia. Cuando parecía que todos celebraban la llegada del ex-Tottenham, un eurodiputado ha pedido a una entidad continental que investigue los detalles del traspaso, ante una posible irregularidad relacionada con el fondo que prestó el dinero para pagar los 99 millones de euros que costó Bale.
El mencionado eurodiputado Derk Jan Eppink, quien hace la petición, considera que Real Madrid hizo la operación gracias al apoyo de ‘Bankia’, entidad nacionalizada y rescatada con fondos europeos.
Eppink, vicepresidente del grupo de los conservadores y reformistas (ECR) en la Eurocámara, tiene previsto enviar «en los próximos días» una carta a la Comisión expresando su preocupación por los términos del traspaso y pidiéndole medidas.
En particular, el eurodiputado critica que el Real Madrid haya acometido el fichaje del galés «por la cifra récord de 100 millones de euros» mientras «acumula una deuda de casi 600 millones, financiados en gran parte por Caja de Madrid», entidad que ahora forma parte de Bankia, según un borrador de la carta publicado en su blog.
Bankia «fue recientemente rescatado mediante el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) por no menos de 18.000 millones, y ahora ofrece su apoyo a esta transacción realizada por el Real Madrid», señala Eppink, que no ofrece más información al respecto de ese supuesto respaldo.
«Los fondos europeos no pueden ser empleados para estas prácticas insostenibles», añade el eurodiputado belga, miembro del partido LDD, asociado habitualmente con discursos populistas y euroescépticos.
