El jugador cartagenero se va del equipo después de jugar apenas tres partidos en este semestre y eso que no lo hizo de manera completa.
Bien dicen por ahí que: «lo que comienza mal, termina mal»… si no estás de acuerdo con la frase, te invito a que conozca la historia de Juan Pablo Pino en el Independiente Medellín.
Poco más de cuatro meses fueron suficientes para que el talentoso centrocampista se ganara el rechazo de los hinchas, un lugar entre los suplentes y terminara renunciando a una institución con la que sólo pudo jugar tres partidos, sin olvidar que ninguno completo.
El habilidoso volante cartagenero llegó durante las vacaciones de mitad de año como el principal refuerzo del ‘poderoso de la montaña’, equipo que quería llenar de alegría y orgullo a sus aficionados durante este año en el que celebran su centenario.
Sin embargo, pasaron los días y los partidos y Pino nunca pudo demostrar sus verdaderas condiciones. Apenas jugó durante este segundo semestre y la consecuencia de todo esto no podía ser peor: renunció al Independiente Medellín.
Pino que llegó procedente del Olympiakos Piraeusde la Liga de Grecia, se incorporó sin ritmo de juego al plantel del DIM, pues llevaba dos meses sin jugar, además también presentó problemas de indisciplina, relacionados con la rumba y el alcohol.
El ex-jugador del Mónaco, se negó a hacerse una prueba de alcoholemia solicitada por el cuerpo médico del DIM, además no quiso seguir las instrucciones del entrenador Pedro Sarmiento, y dejó de asistir a varios entrenamientos.
La noticia fue oficializada por el ‘Equipo del Pueblo SA’ a través del siguiente comunicado: “Informamos a todos los aficionados del Deportivo Independiente Medellín y a la prensa en general que después de analizar la situación del jugador Juan Pablo Pino, este decidió presentar su renuncia irrevocable, libre y voluntaria al contrato de trabajo que lo vinculaba con la institución”.
