La gran figura del compromiso fue el camerunés Samuel Eto’o, que se apuntó una tripleta valida para que los londinenses se mantuvieran en la lucha por el liderato.
Chelsea hizo valer su condición de local y terminó goleando (3-1) al Manchester United, último campeón de Inglaterra, en el partido más llamativo de la jornada dominical en esta fecha 23 de la Premier League, que sigue siendo liderada por el Arsenal.
El juego inició con dominio parejo, sin embargo todo cambió a raíz de la gran actuación de Samuel Eto’o (minuto 17′), que abrió las acciones en el marcador. Le dejó el camerunés con la moldura a Phil Jones con una finta espectacular sobre el pico del área, condujo hacia dentro y sacó un disparo cruzado que tocó en Carrick y se envenenó para superar la estirada de David De Gea.
Así transcurrió gran parte de la primera parte, más precisamente hasta que antes de marcharse a los vesuarios Samuel Eto’o (minuto 45′), volvió a hacerse presente como goleador en una jugada que defendió horrible el United. El balón, tras el saque de esquina, le cayó a Cahil, que sacó el centro raso al área pequeña. Allí apareció el ariete africano totalmente sólo para fusilar al arquero.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron mucho y rápidamente el Chelsea consiguió aumentar las diferencias, nuevamente gracias a la figura Samuel Eto’o (minuto 49′), que mostró su olfato de «depredador». Saque de esquina al corazón del área, remata a quemarropa Cahill, la saca De Gea como puede y Eto’o fusila en el rechace casi debajo de la portería.
Tras la tripleta de Eto’o reaccionó el Manchester United y a través del criticado mexicano Javier Hernández (78′ minutos), logró reducir las diferencias en el electrónico. Llegada de Welbeck por banda derecha, centro atrás, disparo raso de Carrick y llegó ‘Chicharito’ en el segundo palo para empujar a placer.
Esta nueva victoria del Chelsea ratifica mi teoría de que los equipos de Mourinho se permiten perder cualquier partido, menos los más importantes y los que sobre el papel son clásicos regionales o de la competición en la que esté dirigiendo. Mis respetos para el siempre polémico entrenador luso.
