Los futbolistas del conjunto español se negaron a jugar el partido copero ante la Real Sociedad, por incumplimiento en los pagos de los últimos meses.
Pese a que no es uno de los torneos más seguidos, la Copa del Rey ha dado mucho de que hablar durante las últimas horas en las redes sociales. Muchos son los motivos por los que el segundo torneo más importante del fútbol español es uno de los temas más comentados del momento.
Sin embargo, hay dos que tienen un significado especial; por una parte se ha generado gran expectativa de la llave semifinal que enfrentará a Atlético de Madrid y Real Madrid; por otra parte se ha polemizado bastante con respecto a una histórica protesta de los jugadores del Racing de Santander, sin muchos precedentes en la élite del fútbol y que le está dando la vuelta al mundo.
Los futbolistas del conjunto español se unieron abrazados junto al círculo central nada más darse el pitido inicial del partido de vuelta de los cuartos de final contra la Real Sociedad, que finalmente no se disputó por obvias razones.
La plantilla comunicó hace tres días su decisión irrevocable de no jugar el decisivo encuentro si el Consejo de Administración del club, con su presidente, Ángel Lavín, a la cabeza, no renunciaba.
Así, nada más sonar el pitido inicial, los jugadores del Racing se plantaron sobre el césped para dejar clara su intención de no jugar. Mientras tanto, los jugadores de la Real se pasaban la pelota en su campo. Segundos después, el árbitro señaló la suspensión del partido cuando la pelota se marchó por línea de banda y nadie acudió a sacar.
La histórica protesta fue anunciada desde hace tres días cuando los jugadores recordaron que desde hace varios meses no cobran su salario, «pese a las promesas de pago llevadas a cabo por el presidente». Aún así, algunos guardamos la expectativa de ver que iba a suceder una vez se diera inicio al partido.
El escaso público que ha acudido a este partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey aplaudió la acción de los jugadores y se volvió contra el palco para pedir, una vez más, que se vayan los actuales dirigentes de la institución.