El imponente delantero sueco completó 40 anotaciones en 40 juegos, superando así un récord que ostentaba el argentino Carlos Bianchi.
El pasado fin de semana en el fútbol europeo estuvo enmarcado por los récords y en especial por dos marcas históricas que fueron superadas durante la reciente jornada. Dos de los considerados mejores jugadores del mundo ratificaron esta condición y continuaron sumando registros a sus respectivas carreras deportivas.
El primero de ellos lo impuso Lionel Messi con un hat-trick en la tremenda goleada del Barcelona (7-0) a Osasuna. El atacante argentino llegó a 371 goles con la camiseta azulgrana y se convirtió así en el máximo anotador de todos los tiempos.
Horas más tarde, Zlatan Ibrahimovic hizo lo propio con un nuevo doblete que le significó la victoria al París Saint-Germain (2-0) ante Saint-Etienne. El delantero sueco guío una vez más al conjunto francés y lo dejó muy cerca de proclamarse campeón de Liga, anticipadamente.
Además de afianzar el liderato de PSG, que aventaja en 8 puntos a su «escolta» Mónaco, el gigante sueco de 1,95 metros alejó con sus dianas 39ª y 40ª de la temporada un registro que Carlos Bianchi había logrado preservar durante 36 años, como delantero más eficaz en la historia del club.
El bonaerense, actual entrenador de Boca Juniors, sumó 39 tantos en 40 encuentros entre todas las competiciones que disputó en 1977-1978 con el club de la capital francesa, campaña en la que fue el máximo goleador de Francia. Pero eso ya es historia del siglo XX y ahora en los libros aparecerá la firma de Zlatan.
Ibrahimovic, quien con 32 años vive el mejor momento de su carerra, borró aquella proeza de un plumazo, pero le restó importancia a su gesta y lanzó un discurso corporativista al final del mencionado compromiso.
El también polémico, que pasó por la liga sueca, holandesa, italiana, española y, ahora, francesa, se erigió en estrella indiscutible de un club que se muestra encantado de utilizarle como bandera y que busca con sus goles el reconocimiento continental.