Oleg Gusev, capitán del Dinamo Kiev, se llevó un duro golpe en la cara que le dejó sin conocimiento en el mismo césped. Kankava, capitán del Dnipro, le reanimó sobre el verde.
Al igual que todos los fines de semana, en éste que acaba de pasar hubo muchos hechos por resaltar en el fútbol mundial y un personaje en especial por admirar. Curiosamente, el protagonista de la reciente jornada no fue uno que hay marcado mucho goles o que los haya evitado, sino uno que se olvidó de la competencia para dar una lección de vida.
El suceso se presentó en el fútbol ucraniano. Se enfrentaban Dinamo Kiev y Dnipro Dnipropetrovsk en uno de los partidos más llamativos de la fecha liguera. El encuentro transcurría entretenido y los aficionados gozaban bastante con cada una de las jugadas.
Sin embargo, la imagen del año y el gesto deportivo de la historia, quizá, tuvo como protagonista al hasta ahora desconocido Jaba Kankava, capitán del Dnipro, quien le ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales como el jugador que le salvó la vida a un rival.
Más precisamente evitó que Oleg Gusev, capitán del Dinamo Kiev, se fuera de este mundo en la tarde del pasado domingo. El futbolista del Dinamo se llevó un duro golpe del portero rival en la cara que le dejó sin conocimiento en el mismo césped. Kankava, olvidándose del juego, le reanimó sobre el césped sin pensárselo dos veces.
El jugador de los locales, rápidamente, al percatarse de la gravedad de lo ocurrido se lanzó sobre su rival. Le abrió la boca y evitó que se tragara la lengua. Un gesto heroico y que salvó la vida de Gusev, quien no tardó mucho en agradecer a su colega por tan bonito gesto.
Inmediatamente, el resto de jugadores pidieron la entrada de las asistencias médicas. Y poco después, Gusev recobró la consciencia y fue trasladado a un hospital para realizarle estudios tras el fuerte golpe, con tan buena fortuna de la cosa no pasó a mayores.
Afortunadamente, gracias a la rápida actuación de Kankava, todo quedó en un susto. Y es que aunque no estemos acostumbrados a ver esta imágenes, hay situaciones en las que hay que dejar aparcada la rivalidad y pensar en que al fútbol juegan humanos, iguales a nosotros los fanáticos.
