El ariete portugués sufre una rotura fibrilar de aproximadamente un centímetro y medio en el bíceps femoral de la pierna izquierda.
La recta final de la temporada no está resultado ser tan buena para Cristiano Ronaldo. Pese a que esta ha sido una de sus mejores campañas, en cuanto goles se refiere, los últimos días han sido de frustración e impotencia para el goleador del Real Madrid que se encuentra lesionado.
El luso no pudo terminar el partido de ida de cuartos de final de Champions ante el Borussia Dortmund por culpa de una molestia muscular que no parecía tener mayor complicación. Los médicos aseguraron que era algo normal y así se lo llevaron a Alemania para el partido de vuelta, donde finalmente no pudo jugar. Cristiano se resintió durante el último entrenamiento y por eso estuvo en el banquillo ante los de Klopp.
Pese a su ausencia, se seguía sosteniendo que el futbolista nacido en Madeira no tenía nada de gravedad. Pasaron los días y la verdad sobre el estado del portugués ha salido a luz pública. Un nueva ausencia obligada en Liga ha provocado que el cuerpo médico del equipo español reconozca la gravedad de la lesión de Cristiano.
CR7 sufre una rotura fibrilar de aproximadamente un centrímetro y medio en el bíceps femoral de la pierna izquierda, una lesión que le descarta totalmente para la final de Copa del Rey ante el Barcelona y que le hace ser seria duda para el primero de los partidos de semifinales de Champions ante el Bayern Múnich.
El atacante merengue se ha puesto en manos del fisioterapeuta de Pau Gasol para obrar el milagro de llegar bien a la fase definitiva de la Liga de Campeones, competición en la que el luso tiene depositadas todas sus esperanzas tras digerir el palo de no poder jugar la final de Copa.
Forzar su presencia ante el Barça le provocaría casi con total seguridad una rotura aún mayor a la lesión de Cristiano, que le dejaría fuera de las canchas para lo que resta de temporada, por lo que todo el trabajo se centra ya en llegar a la Copa de Europa.