El conjunto merengue tomó revancha tras el último super clásico y se alzó con el título ibérico, segundo más importante del fútbol español.
En un Mestalla dividido que se vistió de gala, Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey 2013-2014 tras derrotar en la final (2-1) al Barcelona, en un emotivo compromiso. Los merengues se montaron en el trono español después del subcampeonato alcanzado la temporada anterior.
Rápidamente se puso en ventaja el conjunto merengue a través de Ángel Di María (minuto 10′), que se ratifica como el mejor jugador del equipo. Recuperó Isco, que de inmediato tocó para Benzema. El francés vio la galopada de Di María y se la puso en carrera al espacio. El argentino controló, avanzó ante Alba y la cruzó. Tocó Pinto, pero con la mano blanda y no la paró lo suficiente para evitar la anotación.
Con esa ventaja mínima se cerró una primera parte totalmente distinta a lo visto en el anterior Super Clásico; los azulgranas tuvieron mayor tiempo la pelota, pero los blancos fueron quienes controlaron las acciones del juego. El Madrid dominó el medio campo y desde allí implantó un orden táctico que hasta ahora le había dado buenos resultados, reflejados en el título parcial.
En el episodio complementario la dinámica del juego siguió siendo la misma, aunque el rumbo cambió y todo gracias a un gol de Marc Bartra (68′ minutos), que igualó nuevamente las cargas. El joven defensa, figura de los culés, cabeceó en el centro del área un pase perfecto de tiro de esquina. Hizo un gran movimiento de cuello y la mandó a la escuadra.
Parecía que el empate permanecería hasta el final del tiempo reglamentario, sin embargo en la recta final apareció Gareth Bale (minuto 85′), para marcar un golazo que puso nuevamente a los blancos por delante en el marcador. Arrancó el galés desde su campo. Bartra lo empujó y Bale se fue del campo, pero siguió corriendo. Mantuvo la galopada y llegó al balón antes que el catalán. Se internó en el área escorado, parecía que iba a pasar y la metió entre las piernas de Pinto.
