La obra repasa los aspectos y métodos que llevaron al delantero portugués ha estar físicamente muy por encima de los demás jugadores.
Cada vez son más las cosas que consolidan a Cristiano Ronaldo como uno de los mejores jugadores del mundo y, ¿por qué no?, de la historia. El ariete luso sorprendió nuevamente esta temporada con sus números y especialmente con su récord de goles en una sola edición de la Champions League.
El luso sólo ha necesitado de cuatro temporadas y medias para convertirse en el segundo goleador histórico del Real Madrid. Su capacidad anotadora, su potencia en los remates y saltos, su precisión en la pelota quieta, su velocidad explosiva y su personalidad ganadora, hacen del atacante portugués uno de los jugadores más completos de todos los tiempos.
Todas estas características hacen de Cristiano uno de los futbolistas más seguidos por la gente, más admirado por los jugadores y más idolatrado por los niños. Su popularidad entre los hinchas ha despertado el interés de todas y cada una de las marcas que lo patrocinan, conscientes de que el ariete merengue es una de las vitrinas más exitosas del momento.
Y como si fuera poco, Ronaldo es el protagonista de la obra «CR7, los secretos de la máquina». El libro, obra de los colegas Luis Miguel Pereira y Juan Ignacio Gallardo, se centra en características como la obstinación por la perfección, en los aspectos técnicos y la preparación física que le ha permitido sobresalir en el deporte.
«Esta biografía de Cristiano puede ser vista como una guía para candidatos a jugador de fútbol. Se adapta también para los entrenadores, padres y jugadores que quieren información sobre cómo la familia de Cristiano se ocupó de los diversos problemas que ha enfrentado a lo largo de su carrera», dijo Pereira.
Añadió que una serie de factores condujeron al astro al puesto de mejor jugador del mundo, pero su voluntad de ganar puede ser considerada como el motor que impulsa la «máquina».
Una característica del astro de Madeira es su vanidad, criticada por muchos y evidente al mirar a las pantallas de los estadios antes de cobrar una falta. Para Pereira no le sirve como otra aliada. «Los especialistas consultados destacan el hecho de tener un conocimiento profundo de su cuerpo y de sus límites», explicó.
«Cuando se mira al espejo, se ve solo. No se compara con nadie. Él no quiere ser igual a Maradona o a Pelé. Tuvo ídolos en la infancia, como Luis Figo, pero no quiere ser el mejor del mundo sino de la historia», explicó finalmente el autor de la biografía de Cristiano.