La estrella carioca condujo con sus goles una primera e importante victoria del combinado anfitrión, que sufrió más de lo esperado.
Impulsados, y de vez en cuando silbados, por los miles de aficionados que se dieron cita en el Arena Corinthians, la selección de Brasil hizo valer su condición de anfitrión para derrotar (3-1) a su similar de Croacia, en el primer partido del Mundial 2014.
No tardó mucho en llegar la primera anotación del encuentro por intermedio de Marcelo (minuto 11′), que marcó en su propia portería. Ya venía avisando desde el comienzo Croacia con contragolpes. Olic rompió por la izquierda, la puso con veneno a ras de piso, tocó Jelavic y fue el lateral del Real Madrid el que acabó tocando la pelota para batir a Julio César, que estaba vendido en el primer palo.
El tanto golpeó bastante fuerte a los locales que tardaron siempre en encontrar la igualdad a través de Neymar Jr. (29′ minutos), que se apuntó un golazo. Robó Oscar en el centro del campo y la dejó servida con espacio. El delantero del Barcelona se perfiló de zurda y sacó un remate que golpeó la madera antes de besar la red. Queda la sensación de que el arquero Pletikosa pudo haber hecho algo más.
En la segunda parte llegaron los cambios y con éstos la vuelta en el marcador de los brasileños. Volvió a aparecer la estrella Neymar Jr. (71′ minutos), para apuntarse el doblete y poner en ventaja a los suyos. El atacante del Barcelona transformó en gol una dudosa pena máxima sancionada por el colegiado. Fred se dejó caer dentro del área y el árbitro compró toda su actuación.
Faltaba uno más para cerrar la victoria y así lo entendió el habilidoso Oscar (90′ minutos), que puso cifras concretas en el electrónico. Julio César sacó un disparo de Perisic que se envenenó aunque fuese al centro de la portería. A la contra Brasil acabó con lo que se daba. Oscar arrancó, no le pararon y acabó marcando con la punta del pie.
Sin más goles, así se cerró el primer compromiso de esta Copa del Mundo que ya ha dejado muchas cosas por analizar y para polemizar. Como dato curioso queda que el primer gol del torneo fue convertido en propia puerta. Como centro de discusión queda el grave error cometido por el central Yuichi Nishimura, que fue el único que vio la falta que terminó dando los primeros tres puntos al anfitrión.