Síndrome de Tourette, la enfermedad de Tim Howard

El portero estadounidense padece desde niño esta extraña enfermedad que, paradójicamente, explicaría porqué tiene tan buenos reflejos.

Irónicamente, Brasil 2014 está siendo uno de los Mundiales con más goles y en el que mejores porteros hemos visto. Así como han sorprendido jugadores como James Rodríguez con su capacidad anotadora, también nos han deslumbrado arqueros que hasta ahora no venían siendo muy tenidos en cuenta dentro de los ranking de los mejores.

Uno de ellos es Tim Howard. El guardameta norteamericano está disputando junto a Keylor Navas y Manuel Neuer, entre otros, el guante de Oro de esta Copa del Mundo. Entre sus buenas actuaciones durante el torneo se destaca la que tuvo ante Bélgica en los octavos de final. Pese a terminar eliminados, las 16 paradas del meta del Everton inglés pagaron la boleta de quienes presenciaron su espectáculo.

Ese día Howard fue declarado héroe nacional en su país y a raíz de este reconocimiento muchas cosas nuevas se conocieron de su vida privada. Una de esas tiene que ver con el mal que lo ha acompañado desde niño y que con sacrificio ha venido superando durante los últimos años, en los que a dedicado su tiempo al fútbol y a las terapias de tratamiento.

​Tim es un ídolo dentro del terreno de juego y un ejemplo de superación fuera él. ​El segundo capitán de Estados Unidos sufre el Síndrome de Tourette, la que derrota día a día con mucha disciplina, y por esto se ha convertido en una inspiración para las personas que sufren de esta enfermedad y no encuentran las mismas respuestas en su estado de ánimo.

Todo sobre el Síndrome de Tourette

Síndrome de Tourette

La enfermedad de Tim Howard es un trastorno neuropsiquiátrico genético y crónico que se manifiesta a través de tics motores y vocales involuntarios que aumentan a medida de que se va desarrollando la enfermedad. Se pueden suprimir temporalmente y vienen precedidos por un impulso premonitorio. Anteriormente se consideraba un raro y extraño síndrome, a menudo asociado con la exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados y despectivos.

Curiosamente, Howard ha afirmado que esta enfermedad, probablemente, también lo ha llevado a convertirse en uno de los mejores porteros, pues quienes la padecen, son muy buenos controlando sus movimientos voluntarios. La hipótesis es que quienes tienen la condición son altamente conscientes de sus acciones físicas en tanto aprenden a controlar sus tics.

Los resultados están a la vista y su buen rendimiento en Brasil tomó un fuerte impacto social que escapó de lo deportivo. Hoy, a través de una figura del fútbol que logró exponer su historia con menor dramatismo y mayor optimismo, el síndrome de Tourette se presenta a millones de personas que nunca habían escuchado sobre él. Tim Howard dejó una lección y puede sentirse satisfecho de haber ganado su propio Mundial.

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