El conjunto inglés se quedó con el primer lugar de este entretenido campeonato amistoso disputado durante los últimos días en Estados Unidos.
Más de 51.000 espectadores se dieron cita en el Sun Life Stadium de Miami para presenciar la victoria del Manchester United (3-1) ante Liverpool, en la final de la International Champions Cup 2014, que obviamente proclamó campeón a los ahora dirigidos por Louis Van Gaal.
Poco menos de un mes ha necesitado el estratega holandés para cosechar su primer título con el conjunto inglés y para devolverle a los ‘diablos rojos’ la identidad, el juego, el estilo y el respeto que había perdido en las últimas temporadas, más específicamente en la inmediatamente anterior en la que no consiguió ni siquiera quedar en los primeros lugares de la Premier League.
Pensar que fueron los hombres del Liverpool quienes rápidamente se pusieron en ventaja a través de Stiven Gerrard (minuto 13), que cambió por gol una pena máxima. Sterling fue derribado por Jone dentro del área y el árbitro no dudó en sancionar la falta. En el cobro, el eterno capitán no tuvo inconveniente para vencer a De Gea. Con esa mínima diferencia se macharon a los camerinos.
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Para la segunda parte la actitud de los campeones fue otra y eso les permitió llegar pronto a la igualdad gracias a un gol de Wayne Rooney (55 minutos), tras centro de ‘Chicharito’. El mexicano la cruzó a media altura desde la derecha y el inglés solo tuvo que darle destino de gol en el segundo palo.
Igual de rápido llegó el segundo tanto, esta vez por intermedio de Juan Mata (minuto 57), otro de los hombres destacados del campeonato. Tocaron la pelota por todo el ancho del campo. Luke Shaw la filtró a ras de piso desde la izquierda, el español controló al borde del área y desde allí sacó un remate que superó la humanidad del portero rival.
Faltaba uno más para concretar el triunfo del Manchester United y así lo entendió Jessie Lingard (88 minutos), que puso cifras concretas en el marcador tras un centro de Young y un fallido control de Kagawa. Así, los ingleses arrebataron el trofeo a un Real Madrid que ya la había conseguido en las dos pasadas ediciones, pese a que en esta fueron tempranamente eliminados.