El defensa español sufre una delicada microrrotura en el sóleo de la pierna derecha, que ha encendido las alarmas en Madrid.
El arranque de la nueva temporada no está resultado ser tan buena para Sergio Ramos. Pese a que la anterior fue una de sus mejores campañas, en cuanto a rendimiento e influencia se refiere, los últimos días han sido de frustración e impotencia para el segundo capitán del Real Madrid que se encuentra lesionado.
La incertidumbre se ha apoderado del cuerpo técnico del conjunto merengue que se ha alertado a darse cuenta que los problemas físicos del ex-Sevilla son más graves de lo que parecían al comienzo. Tras ausentarse en la concentración de su selección y perderse los partidos ante Eslovaquia y Luxemburgo, el servicio médico del club blanco ha decidido tratar con más cautela su situación.
Luego de realizar nuevos exámenes, confirmado está que el central sufre una microrrotura en el sóleo de la pierna derecha. Una lesión delicada, con la que hay que tener especial cuidado porque puede dar mucha guerra. Para empezar, ya está generando cierta confusión respecto al tiempo de baja que estará Ramos. Por un lado, se habla de entre una semana y 10 días. Por otro, que necesitará medio mes.
El caso es que ha creado cierta inquietud teniendo en cuenta los compromisos que se avecinan. El próximo partido del Madrid es ante el Levante, pero luego vienen Liverpool y Barcelona. Para la cita europea quedan dos semanas, con lo que Sergio podría llegar justo. El más mínimo problema en Anfield le dejaría K.O. para el Clásico del próximo sábado 25 en el Bernabéu.
Sergio Ramos está pendiente de evolución y será más cerca de dichos compromisos decisivos cuando se tomará una decisión sobre cuándo reaparecerá. La cuestión es si sacrificar la cita de Anfield —el Madrid tiene bastante encarrilada la Champions pase lo que pase en Liverpool— por el Clásico o que juegue los dos partidos si está bien de aquí a esas fechas.
Eso sí, todo depende del cuidado con que se trate esta lesión. Por ello, el defensor ibérico tendrá que someterse a fisioterapia hasta que cicatrice la herida, luego estirar y potenciar el músculo dañado y, finalmente, hacer una buena readaptación al grupo para minimizar al máximo los riesgos de una recaída durante la plena competición. Todo depende de él y la capacidad de sus músculos.