Daniel Un estudio revela que el 75% de las lesiones en este deporte son causadas en estas partes del cuerpo y no en las rodillas o tobillos, como se pensaba.
Durante el congreso hispanoamericano de medicina del fútbol, que se lleva a cabo en Panamá, el argentino Gustavo Liotta, reconocido traumatólogo, afirmó que las lesiones musculares son más comunes en los jugadores que otras afecciones relacionadas con ligamentos y huesos.
«Las lesiones más frecuentes en los futbolistas, en más del 75%, son musculares, contrario a lo que se pensaba que eran en sus rodillas y tobillos, que solamente marcan un 13% en las estadísticas», aseveró Liotta durante su intervención.
Gustavo, ex-director del departamento médico de Boca Juniors de Argentina, es uno de los más de 20 expertos de diez países de Iberoamérica que participan en el congreso, que culmina este jueves.
Explicó que los jugadores ejercitan mucho más los cuádriceps (músculos de la cara anterior del muslo) que los músculos isquiotibiales (de la cara posterior), por lo que lógicamente son estos últimos los que resienten más las cargas de trabajo.
«Para nosotros fue un llamado de atención importante porque no podíamos pensar que esto aconteciera (…) pero tomamos las previsiones necesarias y consecuentemente empezaron a reducirse las lesiones», indicó Liotta.
Un total de 150 médicos especialistas en ortopedia, traumatología, medicina deportiva, epidemiología y cardiología, entre otros, comparten sus experiencias sobre la medicina deportiva, principalmente del fútbol, en 12 talleres repartidos en dos días de actividad. Los profesionales provienen de España, México, Ecuador, Argentina, Cuba, Costa Rica, Guatemala, Uruguay, Colombia y Panamá.
Tomando como referencia los resultados arrojados en el citado estudio, quiero comentar que personalmente si me imaginaba que las lesiones musculares eran las más frecuentes en quienes practican este deporte. Lo más llamativo es que hace un tiempo lo comenté con ustedes, echando toda la culpa al dinero.
La necesidad de vender y la diligencia de obtener grandes ingresos, sin olvidar la competencia, han provocado que los jugadores lleven al limite sus capacidades físicas y terminen siendo las únicas victimas de una sociedad capitalista que se está adueñando de nuestro fútbol.
No es de gratis el hecho de que ahora se compita dos o tres veces por semana en las principales ligas del mundo. Tampoco es en busca del espectáculo que cada país tiene por lo menos dos o tres compenticiones en el mismo año, sin olvidar el sin número de torneos internacionales que también se disputan a la par de los campeonatos locales. El agitado y agotador calendario que se ve hoy en día en los diferentes países donde se juega fútbol (me atrevería a pensar que casi todos), obliga a tener a los mejores jugadores del mundo compitiendo a cada rato, lo que provoca una exaltación física del tope máximo que una persona puede dar.