El argentino se negó a ser sustituido y por eso Luis Enrique no tuvo más remedio que sacar del partido al brasileño.
Para sorpresa de muchos, Eibar planteó un encuentro bastante inteligente en su visita al Camp Nou y por poco evita que el Barcelona sumara de a tres en la octava jornada de la Liga Española. En otras palabras, los jugadores catalanes sufrieron más de la cuenta antes de poder derrotar al conjunto recientemente ascendido a primera división.
Pero no solo los futbolistas vivieron al rojo vivo el partido, el director técnico local también estuvo impaciente de principio a fin. Al comienzo obviamente porque sus dirigidos no encontraban el camino del gol y en el tramo final del juego fue por culpa de Lionel Messi, figura del compromiso, que Luis Enrique no encontró paz hasta que el colegiado sentenció justicia con el pitazo final.
La preocupación del estratega español no era otra distinta a una posible lesión de su máxima figura, luego de que ésta le desobedeciera negándose a ser sustituido. Pensando en los duelos de la siguiente semana ante Ajax y Real Madrid, Luis quería darle descanso al argentino, pero él, por su parte, no quería perderse ni un solo minuto del encuentro y menos cuando estaba a solo un gol de superar el récord histórico de Zarra.
Transcurría el minuto 67, la victoria ya estaba asegurada y por eso el técnico catalán pensó en darle participación al canterano Munir El Haddadi, a cambio de un descanso para Messi. Sin embargo, cuando el ex-Celta de Vigo avisó a Leo de su idea tuvo que cambiar de planes ante la desobediencia del ariete gaucho. El rosarino no quiso abandonar el terreno de juego y los ‘platos rotos’ los terminó pagando Neymar con su sustitución.
Para muchos fue una nueva muestra del poder del argentino dentro del banquillo del Barça; otros la tomaron como una lección más de uno de los mejores jugadores del mundo que se ha caracterizado por su pasión y amor al juego. ¡Cada quien saque sus conclusiones!
