El atacante uruguayo, llegando desde el banquillo, regaló un par de asistencias que le permitieron al conjunto azulgrana reencontrarse con el triunfo liguero.
Sufriendo como siempre y dejando más dudas que nunca, Barcelona consiguió una agónica e importante victoria como visitante (1-2) ante Almería, en uno de los compromisos que abrió la actividad de la jornada sabatina en esta undécima fecha de la Liga Española.
Fue necesario esperar hasta bien avanzada la etapa inicial para que se abriera el marcador y para que Thievy Bifouma (minuto 37), sorpresivamente, pusiera en ventaja al local. Ataque fallido azulgrana, contragolpe rápido, balón al espacio de Soriano, Thievy pasó por detrás de Bartra como una bala, se comió en pique a Mascherano y batió a Bravo con un fuerte disparo raso. Buen tanto del joven atacante francés.
Con esa diferencia mínima se marcharon al descanso. En resumen se vio una primera parte más disputada que jugada. El esfuerzo físico propuesto por los hombres de Almería se impuso ante el técnico que intentaron practicar los visitantes. La esperanza del Barça estaba en el banquillo y en la posibilidad de mandar al terreno de juego a jugadores como Xavi, Neymar y Suárez, que no estuvieron en el once titular.
Precisamente, en el arranque del segundo tiempo, fueron esos tres jugadores los escogidos por el técnico culé para tratar de cambiar la historia con tan buena suerte que uno de ellos, Neymar (73 minutos), marcó el tanto de la igualdad. Genial la maniobra de Suárez, que recibió y se fue hacia fuera dentro del área para sacar un centro raso que Neymar remató en el área chica. Ximo, en su intento por sacarla, acabó introduciendo el cuero en su propia portería.
Parecía que todo terminaba en empate, sin embargo, en la recta final del juego apareció Jordi Alba (82 minutos), para darle vuelta al electrónico. Otra vez Luis Suárez. De nuevo el uruguayo se sacó una asistencia genial dentro del área para la incorporación del lateral izquierdo, que remató en semifallo pero superó a Rubén por encima de su humanidad. No hubo tiempo para más y por eso los 3 puntos se marcharon para Cataluña.
