En España piden sanción y castigo ejemplar para el futbolista portugués que una vez más ha expresado de manera indebida su malestar con los árbitros.
Si bien es cierto que en el 2014 Cristiano Ronaldo solamente dio de que hablar por cuenta de sus goles, récords, títulos y grandes actuaciones, también queda claro que en este 2015 lo deportivo ha pasado a un segundo plano por cuenta de varias noticias que envuelven el entorno de su vida personal y profesional.
Entre los escándalos o polémicas que han rodeado la forma de ser del portugués se encuentran la agresión a dos jugadores del Córdoba que le costó la suspensión de dos partidos, la fiesta que organizó para celebrar sus 30 años el mismo día que fueron goleados por el Atlético de Madrid, el rompimiento de su relación con Irina Shayk y su polémico gesto ante Rayo Vallecano, que se ha convertido en el centro de la polémica en España.
El futbolista del Real Madrid repitió en Vallecas su polémico gesto de «robar, sólo robar» que ya que exhibió un par de ocasiones en el pasado. En esta ocasión el ariete se dirigió a la banda moviendo los dedos recordando lo acontecido en la jugada del penalti no señalado por el árbitro Melero López. El ex-Sporting Lisboa ya había manifestado su enfado en esa jugada y lo evidenció posteriormente tras lograr el primer tanto de los merengues en la victoria (0-2) ante los de la banda cruzada.
La ira de los aficionados españoles tiene ver con la «injusta» forma en la que el comité disciplinario maneja este tipo de conductas ya antes protagonizadas por él. La primera fue en el aeropuerto de El Prat tras la vuelta del choque de Liga de Campeones contra el Barcelona en 2011. El portugués se quejó ante las cámaras allí presentes por el gol anulado a Gonzalo Higuaín con un gesto que también realizó su entrenador y compatriota José Mourinho.
Aquel polémico gesto lo volvió a repetir la temporada siguiente sobre el césped de El Madrigal. En aquella ocasión Cristiano Ronaldo acompañó el movimiento de su mano derecha durante el partido con unas sonoras declaraciones a voz en grito al retirarse a los vestuarios una vez finalizado el encuentro. Lo más llamativo del caso es que una vez más parece que no se le dará mayor transcendencia a lo sucedido.
