Athletic Bilbao se proclamó campeón de la Supercopa de España pese a haber empatado (1-1) ante Barcelona, en el partido de vuelta.
Finalmente no hubo noche épica en un Camp Nou que tuvo que presenciar como los vascos acabaron con una sequía histórica de 31 años sin cosechar un título oficial. Además, los dirigidos por Ernesto Valverde se interpusieron en el camino de los hombres de Luis Enrique que buscaban marcar una época ganando los seis título que se disputan a lo largo del año. Ahora que dar vuelta a la pagina y pensar en el debut liguero del próximo fin de semana.
Pese a que los locales se hicieron dueños de las acciones e impusieron condiciones desde el pitazo inicial, fue necesario esperar hasta bien avanzado el primer episodio para que apareciera Lionel Messi (minuto 43), con la primera anotación. Rakitic la puso colgada al área, Suárez hizo una grandísima dejada con el pecho y Messi, tras controlar con el pecho, venció al guardameta vasco con un remate raso. Gol Psicológico para los catalanes que alimentaban aún más las esperanzas de remontada. Con esa diferencia se marcharon los protagonistas al vestuario.
El segundo tiempo inició de la peor forma para los azulgranas que se quedaron con un hombre menos tras la expulsión de Gerard Piqué a los 56 minutos del encuentro. El zaguero español se fue a protestar como loco al asistente una posible falta previa y el árbitro Velasco Carvallo le enseñó el camino a las duchas con una doble cartulina amarilla. Otro elemento de desventaja pensando en la remontada.
Remontada que se quedó en ilusión por cuenta de un Aritz Aduriz (74 minutos), que sentenció todo en favor de los vascos. Error de Mathieu, que no saltó ante Eraso, Aduriz se llevó el balón, paró Bravo, pero no perdonó en el rechace el héroe de este título que en el partido de ida marcó tres de los cuatro goles que estarán por siempre en la memoria de los aficionados. En la recta final del encuentro se equilibraron nuevamente la cantidad de jugadores tras la expulsión Enrique Sola, que no duró ni 10 minutos en el campo antes de que viera la roja directa por una fuerte entrada sobre Mascherano.