El centrocampista español considera que ambos son líderes natos, personajes que saben arrastrar a la gente, pero con personalidades distintas.
Xabi Alonso es uno de esos personajes que casi nunca tienen apariciones públicas y que, sin embargo, cada vez que lo hacen terminan en la portada de los principales diarios deportivos. Lo dicho queda comprobado con una reciente entrevista que le está dando la vuelta al mundo a través de las redes sociales.
El volante ibérico, considerado por muchos el mejor del momento en su posición, compareció ante los periodistas de la reconocida revista ‘GQ’, la cual lo tendrá como portada en su edición de febrero, y desde allí se refirió a temas relacionados con la actualidad futbolística, con su paso por el Real Madrid, su presente en el Bayern Múnich y lo que significa haber sido dirigido por los dos mejores entrenadores del mundo. Te dejo con sus declaraciones.
Real Madrid: «Es un equipazo. Con grandes jugadores en todos los puestos. Tiene experiencia y base. A pesar del mal comienzo, estoy seguro de que al final va a estar peleando por todo. Rafa Benítez es un entrenador metódico, trabajador y analítico. Otra cosa es que no consiguiera darle su toque al conjunto. Claro que echo de menos al Real Madrid. Fueron cinco años muy buenos. Allí me sentí reconocido y valorado. Respetado. Y eso es muy importante para mí».
Bayern Múnich: «Es un club muy potente. Una institución muy representativa del país. Una organización impecable, todo perfectamente estructurado. Cuidan mucho los pequeños detalles. Está siendo una experiencia fantástica».
Josep Guardiola vs. José Mourinho: «Los dos son líderes natos. Personas y personajes carismáticos que saben cómo arrastrar y convencer a la gente. Luego cada cual tiene su propia personalidad. Pero hay otras muchas cosas en las que se parecen. Ambos son muy emocionales, por ejemplo. Saben transmitir muy bien no solo el conocimiento que tienen del fútbol, sino también la capacidad psicológica que poseen para llegar hasta la fibra del jugador. Conseguir que el equipo se pelee por ti es muy complicado. Y esa es una virtud fundamental. Da igual lo bueno que seas entrenando; si al final los jugadores no están contigo, la cosa no va a funcionar».