El mundo celebra hoy la revelación de esos seres que creó Dios para que complementaran la vida del hombre e hicieran más feliz su existencia.
El 8 de marzo no es un día más en el calendario humano, es la fecha que quedó registrada en la historia como el día en el que un grupo de mujeres decidieron enfrentarse al mundo machista y reclamar por sus derechos para conseguir una igualdad de condiciones.
La mujer es sinónimo de vida, de amor, de paz, de felicidad, de luz, de calma, de afecto y, como no, de fútbol; las mujeres le han dado al fútbol ese toque especial que le hacía falta en sus inicios cuando era considerado un juego sólo para hombres. La dulzura y belleza que expresa el cuerpo de una dama le ha dado al deporte rey ese toque estético que no tenía cuando simplemente se enfrentaban 22 hombres con un balón.
Además, la igualdad de condiciones en la sociedad conseguida por el genero femenino en aquel 8 de marzo de 1911, fecha en la que se celebró por primera vez este día, permitió que la mujer asistiera a los estadios de fútbol y empezara a apoyar a algún equipo, hasta llegar al punto de ser considerada una fanática más dentro del más hermoso de todo el mundo.
Pues bien, es precisamente para esas mujeres apasionadas por el fútbol para quienes va dirigido este escrito que me nace del corazón y con el agrado de saber que vengo del vientre de una mujer. Quiero aprovechar este espacio para reconocer en ese ser especial su sabiduría para actuar, su calma para pensar, su amor para reprender y su apoyo para alentar.
El día de hoy quiero que todos nos unamos a la celebración del Día Internacional de la Mujer y le demos un abrazo, una rosa, un beso, un detalle a todas las mujeres que hacen más bello este mundo, pero en especial a esas mujeres que van al estadio, que se visten con el uniforme de su equipo, que se maquillan con colores de su escudo, que prefieren ver un partido en lugar de la novela, en fin, a las apasionadas por el fútbol.
Dios te bendiga hoy, mañana y siempre mujer, que el sol de cada día ilumine para ti muchas bendiciones y que el caer de cada luna traiga consigo felicidad, amor, paz, salud y todo lo que te mereces por ser la persona más especial de este mundo. ¡Viva la vida, viva el fútbol, vivan las Mujeres!